miércoles, 21 de enero de 2009

Una sola, muy, pero muy dura


Señor Director:

El siútico más real y maligno concepto: "Clase política" fue un invento audaz que trajeron a Chile los "retornados". Obedientes yanakonas de poderes internacionales. A lo que aún quedaba de la derecha, ya casi en nada republicana, le cayó simpática la cursilería y la adoptaron, notificando de consuno a nosotros, el Pueblo, que conformaban desde los inicios de la Era de la Concentración, o Período de la Consternación, un bloque, uno solo.

Oligarquía han conformado, a imagen y semejanza del oligopolio imperante, de la economía cada vez más concentrada. A imagen de los bancos usureros y las tarjetas agiotistas del "retail", monstruo que ya devoró a la Clase Media Emprendedora en gran medida.

Usurpadores del poder, al que se apegan con "ardides", vulgo corrupción generalizada para financiar sus redes de apoyo y su publicidad, engañosa en todo.

Suplantadores de la República a la cual han relegado al desván o lanzado a la categoría de los "desaparecidos".

Explotadores de Chile, al cual venden, sea de a "pedacitos menos" del sagrado suelo nacional o unciendo al Pueblo cual bueyes al carro de la anti natural usura ya aparentemente invencible, como no sea por una universal cesación de pagos de los intereses excesivos, injustos, anti natura.

¿Cómo no se van a atornillar, oligarquía nefanda y mala?. ¿Cómo no van a querer perpetuar los cauces financieros que labraron como canales de anti riego, de anti economía, de anti vida, en la Tierra y Nuestras Vidas?. ¿Cómo podrían aceptar que no es a ellos que se aclame, que no sean ellos los que siempre ganen?.

Rosca, camorra, oligarquía anti republicana y cursilona. Ruedan juntos hacia el averno merecido, el descendiente de encomenderos y el concertacionista encaramado. No son la mayoría de ninguna clase social, son unos pocos, salidos de todos los huracos y las cuevas de nuestra nacionalidad, inficionados por las rendijas de nuestra historia.

Son "Ellos y Ellas", la MALA "Clase Política". Quiera el Buen Dios luego, pagarles el esfuerzo que ya han hecho en someternos, en reducirnos a meros consumidores, pagadores de deudas, de "tarjetas" y votantes desechables por los candidatos que "ellos y ellas", entre cuatro paredes nos "proponen".
Atte.
Roberto Finat Díaz