viernes, 26 de agosto de 2011

Tres cartas para meditar.....




Señor Director:

Calidad de la educación

No queda claro, porque si de calidad de educación se trata, ¿los estudiantes no deberían manifestarse en contra de los profesores y no con ellos?
Juan Pablo Prüssing V.



Señor Director:

Paro de la CUT

En su columna de ayer publicada en La Tercera, el diputado Osvaldo Andrade sostiene que la supuesta incapacidad de diálogo del gobierno sería el motivo del paro convocado por la CUT. A juzgar por la normalidad con que durante gran parte del día se desenvolvieron las actividades de la mayoría de los chilenos, pareciera que la ciudadanía no concuerda con el concepto de "diálogo" de Andrade y de la directiva de la CUT.


Y es que algunos dirigentes políticos y gremiales entienden por "diálogo" lo mismo que ciertos ex ejecutivos de La Polar entendían por "repactación", es decir, no una conversación o una negociación libre, sino la imposición unilateral y forzosa de los términos de una parte sobre la otra. En esta nueva semántica se califica como "provocación" cualquier forma de discrepancia, desacuerdo y hasta la intención de la autoridad de hacer respetar las leyes vigentes.


Al adherir al paro de la CUT, la Concertación cometió graves errores. Primero, cayó en la inconsistencia de rechazar un modelo económico que durante 20 años fortaleció desde La Moneda. Segundo, validó como medio legítimo un paro ilegal, perdiendo la autoridad moral para reprochar esa medida, si vuelve a ser gobierno. Tercero, se asoció a una entidad sindical poco representativa y cuya cúpula está fuertemente cuestionada. Y cuarto, respaldó un paro tan poco justificado que ciertos violentistas trataron de bloquear algunas calles con barricadas para amedrentar e impedir el tránsito de la gente hacia sus lugares de trabajo y colegios.


Jacinto Gorosabel O.



Señor Director:

Profesores y calidad en la educación

Hasta hace poco era impensable que fuese factible alcanzar una mejora real en la calidad de la educación escolar, sin considerar una reforma de fondo en el estatuto docente, en la forma en como se evalúan los profesores, y en la flexibilidad necesaria para realizar los ajustes en el plantel docente que garanticen un nivel pedagógico adecuado en el sistema.


Claramente, un avance en las capacidades y competencias pedagógicas del estamento docente es clave para alcanzar esa "mejor calidad" que se busca en la educación escolar y esto debería ser parte central del proceso de reforma que plantean los estudiantes. No habrá calidad en la educación si no hay calidad en los docentes.


Sin embargo, esta dimensión básica del problema ha desaparecido del debate y los profesores hoy serían más bien parte de la solución que del problema mismo, lo cual es un serio error.
Tal como el gobierno ha planteado que para una mejor calidad los malos establecimientos educacionales deben ser cerrados, los malos profesores deben ser alejados del sistema. Esto es tan verdad hoy como lo era en el pasado. Así, se debiese esperar que las demandas estudiantiles aborden con urgencia y decisión esta materia y que vuelva a ser parte de la reforma planteada al sistema educacional.


Sería un grave error histórico el que no se aprovechara esta oportunidad para introducir estos cambios requeridos respecto del profesorado, ya que esto es clave para lograr el anhelo de mayor calidad de la educación escolar. Sin ello, el resto de los cambios demandados al sistema educacional tendrán un impacto limitado.


Raúl Labán Manasseh, Doctor en Economía MIT