miércoles, 30 de julio de 2014

Dos cartas para meditar seriamente:








REVISIONISMO HISTÓRICO DE LA UDI.



Señor Director:

Desde mi niñez pude constatar la cercanía que hubo entre los fundadores de la Unión Demócrata Independiente (UDI) y el General Augusto Pinochet, no sólo en el plano formal, sino también estrechando lazos muy cercanos. Existía la certeza de que ambas partes compartían ideales y principios basados en la libertad, como también un juicio común acerca del peligro de las ideas totalitarias y estatistas -primordialmente encabezadas por el comunismo- para las sociedades libres y democráticas. Ambas partes reconocían que el 11 de septiembre de 1973 supuso la interrupción de un proceso que conduciría al país hacia una dictadura comunista. 


Esa base ideológica quedó reflejada en la declaración de principios de los nacientes partidos de derecha. En el caso de la UDI, también era proporcionada por la figura de Jaime Guzmán, la cual, tras su premeditado asesinato, se fue corroyendo por el oportunismo y la conveniencia de muchos de sus herederos políticos.


La mutilación de la declaración de principios de la UDI representará el paso final para la muerte de un partido clave en la contención del totalitarismo socialista que siempre vio en ella una barrera para su hegemonía. La UDI perderá así toda base ideológica, transformándose en uno más de los partidos políticos de centro, cuyo eje tenderá a inclinarse al oportunismo electoral que le conceda alguna cuota de poder. Dejará un vacío político enorme que no será fácil de llenar, pero tarde o temprano encontrará a un nuevo grupo de hombres capaces de volver a enarbolar, tal vez no fechas, pero sí valores y principios que alguna vez fueron los que llevaron a Guzmán y a otros a fundar la UDI.


Rodrigo García Pinochet.


Señor Director:


Con sorpresa y asombro he leído la crónica publicada el 26 de julio en su diario, referida a una nueva visión de la Unión Demócrata Independiente (UDI) sobre el régimen militar. Me causa sorpresa porque devela algo que estaba oculto o disimulado. Hoy, la directiva pretende revisar la historia del partido con argumentos tan pueriles y fútiles como inaceptables, que no resisten análisis.


Pareciera que el virus refundacional que ataca a la Nueva Mayoría también infectó a nuestros dirigentes. Pretenden proyectarse a futuro haciendo tabla rasa del pasado, como si la historia de la UDI comenzara hoy; como si todos aquellos que votan UDI no la conocieran. Qué cándidos. Son incapaces de entender que los resultados de las últimas elecciones no tienen relación con la historia del partido, sino con el hecho de haber sido parte del Gobierno de Piñera, que se alejó de las ideas de la centroderecha y traicionó a miles que votaron por nosotros. Olvidan que la UDI no le pertenece sólo a un grupo que fue designado como directiva por un tercio de los Consejeros Nacionales. La UDI es de todos, desde el más humilde militante hasta el más elevado dirigente.


Un joven y brillante Diputado del partido dice que se requiere “una visión moderna de la UDI en materia de derechos humanos”. ¿Qué falacia es esa? La colonización intelectual de la izquierda ha hecho que nuestros jóvenes pretendan usar la misma pluma con la cual la izquierda ha pretendido reescribir la historia de Chile.


Eduardo Pastene Azola, Concejal UDI Pedro Aguirre Cerda, Presidente Distrito 28.


(Esta misivas fueron tomadas de Diario La Tercera en la edición de hoy y la del domingo.)