lunes, 5 de octubre de 2009

Monumento a Juan Pablo II, dos cartas muy aclaradores.



Señor Director:
Frente a las diversas opiniones que se han emitido respecto del monumento a Juan Pablo II que se erigirá en la plaza que lleva su mismo nombre, se hace necesario aclarar varios aspectos del proyecto que siguen generando una gran confusión entre los ciudadanos; entre ellos, connotados columnistas.

El proyecto de remodelación de la plaza en cuestión pretende transformar dicho espacio público en uno de los puntos de encuentro ciudadano más significativo de la comuna de Recoleta y la ciudad de Santiago. Así, se busca el traslado de la feria artesanal existente a un zócalo semisumergido ubicado en la misma plaza, con lo cual se recuperará la fachada de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile. Se eliminarán los letreros monumentales de publicidad, se conectará la ciclovía existente en Pío Nono con el circuito que hay hacia el oriente de Santiago, uniendo nuestra comuna al megacircuito de ciclovías metropolitano en gestación; se incorporará seguridad con la instalación de una oficina disponible para Carabineros, y la instalación de cámaras de seguridad.

En cuanto al paisajismo, de ninguna manera el proyecto le hará perder su calidad de parque urbano ni afectará el sistema que lo integran conjuntamente el Forestal, el Balmaceda y el Bustamante, sino que, por el contrario, se embarca en un esfuerzo por mantener, trasladar e integrar al proyecto a la gran mayoría de los imponentes ejemplares actualmente existentes, así como reponer los ejemplares afectados.

Finalmente, pido paciencia por un proyecto que recién se encuentra en período de gestación, a la espera de las autorizaciones y tramitaciones ante los diversos organismos que legalmente se encuentran llamados a pronunciarse.

Sol Letelier, Alcaldesa de Recoleta.

Señor Director:
En febrero de 1887, en el diario "Le Temps" de París, se publicó el siguiente comentario: "Venimos, escritores, pintores, escultores, arquitectos, los amantes de la belleza de París que fue hasta ahora intacta, para protestar con todas nuestras fuerzas y toda nuestra indignación, en nombre de la subestimación del gusto de los franceses, en el nombre francés del arte e historia bajo la amenaza, contra la erección en pleno corazón de nuestra capital de la inútil y monstruosa Torre Eiffel, que un árbitro de buen sentido y la justicia, ya ha bautizado como la Torre de Babel (...)". Por Charles Gounod.

Como viñamarino, si en Recoleta no quieren la estatua de Juan Pablo II, me sumo a quienes la traeríamos a Viña del Mar, sin pensarlo dos veces, aunque constituya un enorme esfuerzo.

Eduardo Bastías Guzmán.