jueves, 13 de septiembre de 2007

Cartas muy buenas.

Señor Director:
Ante la muerte del Carabinero cobardemente asesinado, echo de menos en el funeral la presencia de el abogado Hugo Gutiérrez, de Derechos Humanos, también de gente de la Comisión de Detenidos y Desaparecidos, de Ejecutados Políticos y cuanta organización hay. Menos se les ha oído hablar o referirse al tema del asesinato, o dar pésame a la familia, silencio absoluto. Esto demuestra una vez mas que este tema de los derechos humanos es solo para un lado, pues al parecer las victimas de la delincuencia no tienen derechos humanos, desgraciadamente los Gobiernos ha sido los impulsores de esta Política de Estado de fomentar
los Derechos Humanos solo para un lado, asi ganan votos y pagan favores a sus compañeros de ruta.
También es hora para que se revise la sangría de más de 1.200 millones de dólares que le cuesta a los chilenos anualmente las reparaciones a victimas de D.D.H.H., que más
parece un negocio para algunos abogados que son como buitres y viven del dolor ajeno, que no siempre es tal.
Sergio Correa H., C.I. 4.499.505-0

Señor Director

CAOTICA Y TRISTE ES LA REALIDAD CHILENA

Caótica es la situación que enfrenta el país. Irregularidades al montón en las entidades publicas, aumento triplicado en el gasto fiscal, desconocimiento del impacto-beneficio en los programas sociales, falta de una verdadera fiscalización, incremento de la inflación que ha afectado severamente el rubro alimenticio, graves trastornos causados por el Transantiago , reformas laborales que implican nuevos obstáculos al crecimiento económico, el impuesto negativo al ingreso que se transformara en otra reforma tributaria generando mayores tasas impositivas, violencia y delincuencia generada por pequeñas minorías , mala calidad en la educación , etc.

Ante esta lamentable realidad el gobierno ha preferido por una parte resguardar la seguridad de la casa de gobierno en lugar de proteger y cuidar la seguridad pública, dejando a la gente humilde a la suerte de delincuentes y extremistas. Por otra, ha creado una inmensa cantidad de comisiones a la medida de cada una de las contingencias del momento en lugar de reconocer los errores y solucionarlos.

El ejecutivo esta llamado a establecer una agenda clara sin improvisaciones, con tiempos determinados y con medidas tendientes a disminuir la inflación que es un impuesto adicional que perjudica con mayor intensidad a los que tienen menos, a otorgar el bienestar y seguridad a todos los chilenos, a mejorar la calidad de la educación, a terminar con el estancamiento económico y a dar un transporte publico adecuado a los santiaguinos.
Atentamente,
Viviana Matus Rodríguez

Señor Director:
Etico es bajar el IVA al 11%
Etico es suprimir el Impuesto Especfico a los Combustibles
Etico es bajar o mantener las Tasas, no subirlas al lote endeudando por decreto a los ciudadanos
Etico es informar a los ciudadanos cuanto son y donde están depositados los millonarios excedentes
Etico es tener a los delincuentes en Colonias Penales y no en cárceles urbanas y vulnerables
Etico es que los delincuentes que ataquen a servidores públicos sean sancionados con una pena a lo menos 5 veces a la correspondiente al delito.
Etico es declarar a guerra al Narcotráfico y aplicar la legislación de excepción en caso de guerra
Etico es pasar la ONEMI y CONAF a las FFAA
Etico es suprimir los Gobernadores
Etico es elegir en elecciones libres a los Intendentes
Etico es suprimir los Diputados
Etico es que los Senadores sean elegidos por los Alcaldes para que representen a sus regiones y no a las cúpulas partidistas.
Etico es tener Educación Garantizada
Etico es tener acceso a la Salud Garantizada
Etico es que los funcionarios públicos que hacen mal la pega se vayan para la casa.
Etico es que los Agitadores aunque sean Senadores sean sancionados
Carlos Kinast Feliú.

Señor Director:
La violencia, la delincuencia, el matonaje, la droga y los robos, son la principal imagen del Chile 2007. La falta de eficacia en los métodos aplicados, la carencia de especialistas enfocados al estudio de nuevos métodos y procedimientos, y la falta de herramientas legales más dinámicas, que permitan un resultado efectivo en el corto plazo para reducir esos males, es el esquema actual, que no necesita de ninguna comisión para ser abordado de inmediato.
No se avanza, si se fortalece un sector como La Moneda, porque eso no es practicable para todos los barrios, y menos en forma simultanea. Resulta necesario y urgente, dotar a los sistemas de seguridad y policiales, de una legislación adecuada a los tiempos y a los tipos de delincuencia y vandalismos que hemos visto. La legislación no solo debe hacer responsables a los padres de las conductas de los hijos menores de 18 años, sino que en determinadas fechas, simplemente llegar hasta prohibir la circulación de menores en calles y avenidas después de las 20:00 hrs.
Nadie podría alegar falta de garantías en dichos casos, pues como sabemos, hasta en Washington se ha practicado tal medida con buenos resultados.
Pero con solo aquello no se va a terminar con la delincuencia y el vandalismo. Se hace indispensable modificar la legislación, en el sentido que exista una prevalencia en las garantías de las víctimas por sobre las garantías de los inculpados. Esto suena casi como grotesco, pero hoy se cuida más al delincuente que a las víctimas. Hay que reconocerlo.
Finalmente, me indigna ver cómo muchachos roban a diario, con y sin violencia, roban en oficinas y viviendas, y repiten una y otra vez las mismas conductas, y los vemos libres. Lo que estamos haciendo es decirles que sigan robando porque el costo para ellos, los delincuentes, es muy bajo o nulo. Esto que puede ser catalogado como una obviedad, no lo es cuando asistimos a los tribunales y se deja en libertad, justamente a esos delincuentes.
Sin un acuerdo entre los poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial) para actuar con eficiencia y rapidez en los cambios que se necesitan, pasaremos muchos años sufriendo los mismos males y esperando que el próximo gobierno de turno, arregle lo que no han podido los pasados.
Mario Pérez.

No hay comentarios: