Señor Director:
Mientras el mundo en general avanza, Chile retrocede en lo económico, en lo político y en lo social. A fines de los 80 y comienzos de los 90, el país se encontraba entre las 15 naciones que mas crecían, hoy esta en el lugar 100.
Las malas políticas públicas y la debilidad del ejecutivo y su coalición para frenar la corrupción en las entidades del estado han perjudicado directamente a los más desposeídos al despilfarrar los dineros destinados a proyectos sociales y a las subvenciones escolares.
El gobierno , además, carece de un mensaje claro respecto a garantizar el estado de derecho y la seguridad publica y esta inseguridad ha causado nuevos conflictos laborales con tomas ilegales generando incertidumbre y un creciente poder armado de delincuentes que no trepidan en causar mas victimas policiales.
Por otra parte, el proceso de modernización del transporte publico ha generado un déficit de cobertura, flotas, falta de regularidad de los servicios, aumento de trasbordos, mayores tiempos de viaje e incomodidad para los usuarios y una gigantesca merma en las arcas fiscales de mas de 535 millones de dólares y para continuar con el desfinanciado funcionamiento, el gobierno se auto avaló y auto otorgó un préstamo bancario que evade claramente la normativa vigente.
El ejecutivo estableció que solo basta la convicción en caso de derechos humanos para que una persona deba dejar el cargo en un servicio del estado. Criterio discriminatorio que solo se aplica al personal de las fuerzas armadas y no se utiliza para los personeros de gobierno a pesar de los graves hechos de corrupción en que se han visto involucrados.
Chile atraviesa por el peor momento de los últimos 30 años y la oposición esta llamada a asumir su rol fiscalizador, perseguir las responsabilidades en todos los actos de corrupción y propiciar una reforma del estado para que efectivamente exista una rendición de cuentas de los recursos y promover la reducción de impuestos para incentivar la inversión y el trabajo y atender al 58 % de los chilenos que claman no mas corrupción, no mas concertación.
Atentamente,
Viviana Matus Rodríguez
Magíster en Ciencias y Educación Multilingüe/Multicultural.
Lector:
La renuncia de Fidel Castro no sorprendió a ningún experto en temas políticos cubanos. La hegemonía del regimen sobre las libertades individuales del pueblo no sufrirán por el momento ninguna variante y tampoco sucita esa renuncia ninguna confianza internacional para aquellos que podrían invertir . Fue recibida con alegría en la comunidad cubano americana concentrada en Miami, pero esto no quiere decir que se habrá de lograr de buenas a primeras para los cubanos de la Isla salir de ella cuando ellos quieran.
En una palabra, hay más ganas de que ocurran cambios, que cambios que puedan ocurrir mientras los cambios que se realicen
lo hagan dentro de los ferreos límites de la dictadura del regimen.
Lo que si se sabe, por declaraciones de cubanos de la oposición, que Cuba tiene aun trescientos presos políticos, cantidad esta que se asemeja a la cantidad de presos políticos que tiene el regimen de los Kirchner en la Argentina.
Castro renunció, pero si bien es cierto que no tiene su Cristina, ya lo logrará atraves de su hermano Raul, cosa de seguir manejando los hilos del poder desde su residencia.
Nunca el comunismo se fue por las urnas y el que espera este cambio creo que se desilucionará. Los regimenes marxistas suelen tomar el poder o por la revolución o por las urnas, y por lo general cuando acumulan poder y se convierten en dictaduras, solo se pueden ir por la fuerza.
Esta reflexión vale para muchos paises hipanoamericanos que no han sobrevivido a la prepotencia marxista y se hallan ahora bajo su poder. No se irán por las urnas, porque harán fraude para quedarse en cada elección. El comunismo es violento, y no se irá por las buenas.
O sea que Castro solo renunció, pero el regimen asesino y despótico quedó instaurado y no tiene intenciones de cambiar su perversa metodología.
Eduardo Palacios Molina( Argentina)
