jueves, 8 de julio de 2010

Tres cartas, temas candentes....

Señor Director:

Debate sobre aborto.

La reciente aprobación de la ley que reconoce el aborto en España abre nuevamente el debate acerca de la protección de la vida del que está por nacer, tema que aún no se discute con altura de miras en nuestro país. Es menester, además, recordar que la objeción de conciencia —ya en nuestro ordenamiento jurídico— está consagrada a nivel constitucional. Así las cosas, en el evento de que nuestro país siga los vaivenes legislativos de la península ibérica, siempre quedará a salvo la legítima opción de los facultativos en orden a no realizar dichos crímenes legales siempre que éstos vayan contra sus profundas convicciones éticas. De esta manera, a futuro podría abrirse la objeción de conciencia “contra legem” respecto de este sensible tema en nuestro país. El debate se avecina.

Héctor Sánchez Carrasco.

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Señor Director:

Unasur: desafío pendiente.

El arribo del ex Presidente argentino Néstor Kirchner ayer a La Moneda recordó al mundo político el desafío pendiente de América Latina: constituir una región integrada y en paz, donde la democracia impere en el ejercicio del poder y no sólo en los mecanismos electorales. Una región donde la cohesión social constituya la directriz para fortalecer los equilibrios económicos y políticos que inciden en la superación de la pobreza, en la igualdad de oportunidades y en el combate del crimen organizado.

La visita de 24 horas que inició el ex Mandatario trasandino y actual secretario general de Unasur tiene como finalidad gestionar el apoyo al tratado constitutivo que le permitirá a Chile adherir al bloque sudamericano. Compromiso que cuenta con el apoyo de la Concertación, la venia del Gobierno, pero que genera inquietudes en la Alianza.

Si bien Unasur nació con buenas intenciones para construir una iniciativa regional integradora, no podemos omitir que las expresiones disociadoras de sus miembros parecen más fuertes que las fuerzas cohesionadoras de su fin.

Los constantes discursos del Presidente Hugo Chávez y la existencia de instancias de integración simultáneas como la Alianza Bolivariana para las Américas (Alba), cuyo propósito se ha orientado en un constante enfrentamiento con Estados Unidos, son razones que ponen de manifiesto la necesidad de acallar los intereses nacionalistas individuales para fortalecer una mirada regional comprometida con la tendencia mundial de privilegiar el multilateralismo y las asociaciones de bloque.

Durante la campaña presidencial, Sebastián Piñera —refiriéndose a Unasur— dijo que “la política regional de los últimos tiempos ha tenido exceso de politización, basada en afinidades ideológicas y personales que a veces nos apartan de los intereses permanentes de nuestro país. Unasur debe demostrar que realmente es una institución que está al servicio de la integración y de los intereses de toda América del Sur, y no puede desviarse y representar solamente intereses de algunos sectores o países”.

En esta línea, el Estado chileno debe dar señales claras. La fragilidad de las relaciones al interior del foro y el personalismo de los mandatarios que lo integran es un problema pendiente, por lo que la inclusión formal de Chile debe estar acompañada de un fuerte impulso al proceso integrador cuyos cimientos estén suscritos en la paz, la democracia y el interés regional.

A esto también se debe sumar un mensaje que despeje las dudas sobre el modo en que Unasur pretende influir en la región y la proyección del desarrollo institucional.

La inclusión de Chile al tratado constitutivo del organismo sudamericano está hoy en manos del Senado, pero el impulso y las señales de “cambio” son una tarea del Poder Ejecutivo.

Iván Moreira Barros, Vicepresidente de la Cámara de Diputados y miembro de la Comisión de Relaciones Exteriores.

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Señor Director:

Técnico argentino.

Los medios han informado que la hinchada exige la permanencia de Maradona como técnico de la albiceleste. Está bien que los jugadores argentinos estén entre los mejores del mundo, pero de ahí a que su selección juegue prácticamente sin entrenador es como demasiado.

Sergio Wilson P.