jueves, 4 de noviembre de 2010

Tres excelentes cartas, temas de plena contingencia....


Señor Director:

Católicos iraquíes, auténticos héroes.

Esta semana, tres sacerdotes y 52 fieles fueron asesinados en un ataque perpetrado contra una iglesia católica en Bagdad. Los extremistas irrumpieron durante la celebración de la misa del domingo pasado. Como éste, muchos atentados ocurren diariamente en contra de los católicos, especialmente en ciudades como Bagdad y Mosul.

Como presidenta de la Fundación Ayuda a la Iglesia que Sufre en Chile, no puedo hacer vista ciega a esta realidad, que si bien es lejana, la están viviendo millones de hermanos católicos. El Papa Benedicto XVI hizo una especial petición a nuestra fundación para que doblemos los esfuerzos en esa región para seguir ayudando a sostener al cristianismo, señalando "la Iglesia en Medio Oriente está amenazada en su existencia misma".

A través de la presente, extiendo esa petición a todos quienes leen este diario a sensibilizarnos con el terror a través del cual son víctimas estos católicos. Todos ellos requieren ayuda urgente, en cuanto a oración y apoyo material, para poder subsistir y mantener la religión viva en esos lugares.

Los invito, humildemente, a tomar conciencia y evaluar cómo puede cada uno ayudar.

Christiane Raczynski, Presidenta Fundación AIS.

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Señor Director:

Elecciones en la ANFP.

La democracia implica la posibilidad de ejercer libremente el derecho a voto para cambiar a las autoridades, dentro de las normas del juego. Nadie puede pretender eternizarse en el poder, por muy bien que lo haya hecho, ni menos puede molestarse si aparece una posibilidad de votar por más de una opción en la respectiva papeleta. Los países en que se vota por una sola opción, y en los cuales un intento por plantear otra alternativa es considerado un "atentado contra el sistema", hoy se cuentan con los dedos de una mano, y ciertamente, Chile no está entre ellos.

Sebastián Guerrero Núñez.

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Señor Director:

Voto desde el extranjero.

Patricio Zapata en su columna “Chilenos todos” señala que en la Constitución el derecho a voto está concedido a todos los chilenos sin distinguir en cuanto a la residencia. Ello no es así. En nuestra Constitución el criterio de la residencia ha primado sobre el de la nacionalidad al otorgar el derecho a voto. Es así que los extranjeros que residen en el país pueden votar sin ser chilenos conforme al artículo 14, y los chilenos no nacidos en Chile (hijos o nietos de chilenos nacidos en Chile) no tienen derecho a voto hasta que acrediten cierto tiempo de residencia en el país, conforme al inciso segundo del artículo 13.

Establecer la noción de “vínculo” con el país para otorgar el derecho a votar desde el extranjero es perfectamente aceptable. También lo es medir este vínculo según el tiempo de estadía fuera del país. Se puede presumir razonablemente bien, que quienes en los últimos 10 años han residido menos de un año en Chile son personas que han optado voluntariamente por residir fuera del país en forma permanente. Muchos países restringen el derecho a voto a quienes llevan cierto tiempo residiendo en el extranjero: Alemania a los 10 años, Australia a los 6, Canadá a los 5, Nueva Zelandia a los 3 y el Reino Unido a los 15.

En mi opinión, es más inaceptable igualar en el derecho a voto al residente en el país, sea chileno o extranjero, con el chileno que optó por residir fuera en forma permanente. Los primeros tendrán que cumplir las leyes, decretos y normas que dicten las autoridades electas, los segundos no tendrán que hacerlo. Los primeros tendrán que asumir las cargas públicas como impuestos y cotizaciones previsionales, los segundos no lo harán. Los primeros gozarán los aciertos y sufrirán los desaciertos de las acciones de los gobiernos electos, los segundos no se verán afectados por los actos de las autoridades que eligieron. Razones suficientes para establecer la diferencia.

Andrés Tagle Domínguez.