Señor Director:
Indulto y tribunales internacionales.
A propósito del argumento de que la institución del indulto es contraria al derecho internacional de los derechos humanos, y que por tanto ninguna persona condenada a crímenes en este ámbito merece ser indultada, vale la pena citar el artículo 28 del Estatuto Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia, que señala: “Si el condenado puede beneficiarse de un indulto o de una conmutación de pena en virtud de las leyes del Estado en la cual está preso, ese Estado avisa al Tribunal. El presidente del Tribunal, de acuerdo con los jueces, decide según los intereses de la justicia y los principios generales del derecho”. Similar norma está incluida en el artículo 27 del Estatuto del Tribunal Internacional para Ruanda. Por último, y sólo a modo ilustrativo, el artículo 4.6 de la Convención Interamericana de Derechos Humanos (Pacto de San José) señala expresamente, a propósito del indulto: “Toda persona condenada a muerte tiene derecho a solicitar la amnistía, el indulto o la conmutación de la pena, los cuales podrán ser concedidos en todos los casos.”
De lo anterior se desprende que el indulto es una institución vigente en el derecho internacional de los derechos humanos y, segundo, que para cada caso se requiere un análisis antes de decidir respecto a su concesión.
De ahí, que resulte incorrecto apelar al derecho internacional de los derechos humanos sin distinciones para rechazar la aplicación del indulto; salvo que, llevado por excesos ideológicos, se pretenda instrumentalizar este ámbito del derecho para imponer a la sociedad chilena un punto de vista que, en aras de la aplicación de la justicia, toma en consideración sólo una perspectiva del problema, el de las víctimas a violaciones de derechos humanos, pero no de otros sectores que, de similar manera y no habiendo participado en los hechos, están sufriendo las consecuencias de situaciones acaecidas en un contexto social y político específico de nuestra historia como país.
Mario Polloni Contardo, Abogado.
Señor Director:
Indulto Bicentenario.
Estando en el año del Bicentenario y a casi 40 años del golpe militar, la propuesta de indulto de la Iglesia Católica es exactamente lo que este país necesita. Ésta no implica olvidar sino que perdonar; tampoco es un punto final, sino que es un primer paso para destruir la gran división que todavía existe en nuestro pueblo.
Ojalá todas las partes tengan la altura de miras necesaria para poder acoger esta propuesta, partiendo por la agrupación de detenidos desaparecidos, quienes lamentablemente aún antes de que la Iglesia entregara los detalles, ya han realizado manifestaciones y un gran lobby por radios y medios de prensa rechazándola de plano. Ojalá puedan revisar su actitud y valoren la enorme división que todavía alimenta su postura.
Ya han pasado casi 40 años, hay un gran número de militares detenidos y todavía un mayor número de militares en proceso. Ojalá puedan cambiar su actitud y evitar que el mundo entero piense que hay ganas de venganza en su motivación. Espero puedan cambiar de actitud y ayudarnos a dejar atrás un capítulo para todos difícil.
Lo digo porque todavía escucho a simbólicos miembros de esta agrupación que, a pesar de haber obtenido justicia en las cortes, siguen buscando culpables o casos adicionales. Ojalá modifiquen su actitud y dejen que las nuevas generaciones aprendan de la historia, no olviden lo que sucedió, no lo vuelvan a repetir, pero que puedan vivir libres de divisiones, odios y venganzas, que hoy todavía existen.