martes, 9 de marzo de 2010

Carta al Ministro de Defensa....


Santiago, 6 de Marzo de 2010

Sr. Ministro de Defensa Nacional

FRANCISCO VIDAL SALINAS

correo@defensa.cl

Sr. Ministro Vidal:

En el día de ayer, en sus acostumbradas arengas, Ud. comunicó la destinación del Capitán de Navío MARIANO ROJAS quien hace entrega del SHOA por una serie de desinteligencias que se produjeron en la entrega y recepción de informaciones respecto al tsunami que asoló las costas de nuestro país.

Ha sido del “despiche” natural para una crisis de responsabilidad netamente gubernamental, como ha quedado reflejado en los medios de comunicación social, que ha costado vidas humanas y aparte de ello, violencia, robo y pillaje en las zonas afectadas, aterrorizando a los damnificados. Lo anterior, nunca visto en situaciones similares en nuestra Patria, mostrando ante el mundo la crisis moral que dejan como herencia los 20 años de Concertación, en que la tónica ha sido la permisividad y el complejo de aplicar la ley a los delincuentes como corresponde a todo gobierno.

A los chilenos, Sr. Ministro - quien suscribe, entre ellos-, les gustaría saber a seis días en que se zafan de esta carga, quien se hace responsable en el Gobierno de haber dejado sin apoyo logístico, ni seguridad y en abandono total; a merced del bandidaje durante tres días, a millones de compatriotas, al no emplear con la celeridad y oportunidad que la situación requería a las FF.AA. porque “razones ideológicas” - opinión de la cual usted también formó parte -, no hacían aconsejable su presencia en las calles.

Sin embargo le hago un alcance: como son hábiles comunicacionalmente, han dejado deslizar algunas críticas para el Ejército, la Armada y la FACH, traspasando sutilmente los errores atribuibles a Uds. como gobierno, con lavados de imagen en las radios, televisión y diarios, cuando ya la tormenta ha pasado gracias al control de nuestros soldados, marinos, aviadores y carabineros.

El daño ya está hecho, y Ud., gracias a Dios, en pocos días más, verá cómodamente sentado en su casa, el desarrollo de los acontecimientos, me imagino con su conciencia no tan tranquila.

General (R) HERNAN NUÑEZ MANRIQUEZ