jueves, 10 de abril de 2008

Tres temas importantes....

Señor Director:

¿CUAL ES EL VALOR REAL DEL DÓLAR?

En un editorial de su edición de ayer se comenta y describe el problema de la caída del dólar para algunos sectores. Creo que el problema es bastante más serio que como se lo ha presentado.

Aportaré un solo antecedente: el presidente del Banco Central, en una reciente exposición al Senado, nos entregó la última estimación del Índice de Tipo de Cambio Real para marzo de 2008, precio relativo que es el correcto para evaluar la competitividad del sector exportador y sustituidor eficiente de importaciones. Dicho índice, que alcanzó un nivel de 81,6 el mes pasado, cuando se lo compara con aquel que prevaleció en promedio en la economía chilena durante su época de oro en materia de crecimiento (entre 1986 y 1997, cuando crecíamos al 7,6% en promedio), y que fue de 98,64, nos da una muy fuerte caída de 17,3%, la que por cierto se aceleró en estos últimos meses.

Pero lo interesante es que el anterior nivel de tipo de cambio real se dio en un período de 12 años en los que la productividad total de los factores crecía a un promedio anual de 3,25%. La pregunta clave hoy es si podemos o no acomodar una caída del tipo de cambio real tan significativa como la descrita con un incremento en productividad de tan sólo 1%, que es lo que se estima crece en la actualidad. Imposible para muchos. De aquí que no actuar con mayor decisión, aparte de ser miope, es de una irresponsabilidad tremenda.

Ricardo Matte Eguiguren. Ingeniero Comercial

Señor Director:


¿HAY O NO HAY SALUD?


¡Bravo! ¡Bravísimo! En medio de toda la batahola provocada por el inapelable fallo -trascendido, “confirmado”, pero no notificado a las partes todavía- del Tribunal Constitucional que prohíbe la distribución de “la píldora del día después” -Levonorgestrel en dosis de 0,75%- en el sistema público de salud, y como para amenizar el panorama, la ciudadanía se impacta con esta noticia: “Mujer da a luz en baño de Hospital San José”, y las autoridades de Gobierno -que se encuentran gastando la materia gris para revertir el fallo- se deshacen en explicaciones; “no piden excusas” sino que “las dan” -llegando la ministra de Salud María Soledad Barría a la valiente y enaltecedora acción de “pedir perdón”; anuncian sumario y auditoría, y asumen responsabilidades políticas por tratarse de un hospital público, por este lamentable hecho, condenable más que “impresentable” como lo definiera el vocero Francisco Vidal -en otra de sus sonoras caídas lexicológicas y/o conceptuales, presa fácil de su habilidad verbal para explicar las cosas (?)-, quien destaca la búsqueda de responsables y/o culpables de este caso fortuito (?) o de negligencia médica (?), agravado por tratarse la parturienta de una ciudadana peruana, como de igual modo lo es su pareja o cónyuge. ¿Discriminación racial, socio-económica?

Que este caso se diera en el ya famoso remodelado Hospital San José, nos hace recordar aquel otro similar ocurrido en agosto de 2007, como de igual modo otros fatídicos en una cama muy particular por errores en las cañerías de gases (?)., situaciones que sacan a la palestra los serios y diversos problemas que enfrenta el país respecto de infraestructura -“hospitales sin camas”-, equipamiento, insumos -incluidas las vacunas-, personal y remuneraciones en el sector salud, muchísimo más urgentes de solución de que preocuparse, en lugar de hacerlo respecto de la famosa pildorita, que si bien el Estado debería proporcionarla a las mujeres que hayan sido objeto de una violación, con la pertinente denuncia a la justicia por tratarse ésta de un delito, de ninguna manera puede ni debe incentivar ni mucho menos amparar la irresponsabilidad sexual y/o la irrefrenable (?) calentura de sus ciudadanos. A sabiendas que una relación sexual puede generar un embarazo -“educación o conocimiento básico”-, si se quiere sólo gozar -tanto en una relación estable, como en una ocasional-, “tómense las precauciones del caso”, pero no se fornique pensando en que el Estado va a solucionar “a la mujer” aquello “no deseado”, sin distingo social: clase adinerada, clase “sin recursos económicos” y … la “clase política”. No sé porqué siempre la excluyen de esta división de ricos y pobres que hacen nuestras autoridades.
Atentamente,
Jorge Saavedra Moena, c.i. 6.015.115-6

Señor Director:


UNA CESTION DE DECENCIA POLITICA Y DEMOCRATICA

El caso de la no renuncia de la ex Ministra Provoste y su cuidado por la Presidenta es una cuestión de decencia política y democrática. Por pura decencia democrática, porque los ciudadanos están siendo dañados por aquello y porque la dimisión es la única reacción digna en democracia cuando se cometen errores sean políticos o administrativos ; en consecuencia , debió dimitir.
A su turno , mantenerla en su cargo, otorgarle la confianza presidencial , incluso en contra de la opinión pública chilena , con una acusación constitucional en su contra como hace su "jefa ", la Presidenta Bachelet , es pura “arrogancia antidemocrática”.

La situación de la Ministra Provoste se ha hecho mundialmente conocida y en Chile ya se hace tradición en que sus políticos nunca dimiten, ni siquiera cuando sus errores y carencias son sangrantes y humillan a los ciudadanos como es este caso precisamente en que se juega con el dinero de todos los chilenos y en una materia tan sensible como es la educación. Pero lo que es más grave, insisto : con la aprobación de la Presidenta de la República
Con mucho pesar el pueblo ve un "comportamiento Chileno antidemocrático” y una corrupta costumbre política de no asumir las responsabilidades desde el poder y negarse a dimitir como corresponde a una sociedad democrática.
La Ministra Provoste y el gobierno de la Concertación han acumulado en los últimos meses un balance sobrecogedor que habría obligado a dimitir a cualquier colega suyo en cualquier democracia occidental, incluso en las más devaluadas e imperfectas.
En consecuencia, lo peor del caso Provoste – Bachelet no es que no dimita sino que su jefa la presidenta de la República Sra. Michele Bachelet , exhibiendo una arrogancia más propia de una dictadura que de una democracia, parece decidida a confirmar en su cargo a un a ministra evidentemente fracasada , que ha sido Acusada Constitucionalmente por el Parlamento y denostado por la ciudadanía , por la mayoría de los medios de comunicación. ¡Eso es sorprendente! .
¿Entonces que hay tras esta persistencia Presidencial? Es que se teme que se siga tras otros ex Ministros de Educación y llegar al ex Ministro Lagos pasando por Bitar y otros?
El tiempo lo irá
Rodrigo González Fernández

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