martes, 26 de agosto de 2008

Excelente correspondencia

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Señor Director:

PROPONE VOCERO

Tengo una duda, desde cuando el vocero es un Clown, ( N. de R: Payaso en ingles) o un Gnomo, porque sus respuestas hacen reír a muchos.

Pablo Ramírez Torrejón.

Señor Director:

IMAGEN PARLAMENTARIA

Como una manera de “revertir la mala imagen” que la Cámara Baja tiene ante la ciudadanía, según un estudio realizado por la Consultora “Tironi y Asociados” -procesando diversos estudios de opinión pública realizados entre 1990 y 2006, agregando entrevistas cualitativas a líderes de opinión-, el lunes 7 de julio pasado el entonces Presidente de este estamento legislativo, Juan Bustos (q.e.p.d.), anunció una nueva estructura del área de comunicación y la aplicación de nuevas tecnologías que permitan “difundir mejor la labor de los diputados”, de una parte; y de otra, los diputados Andrés Egaña (UDI) y Denise Pascal (PS) manifestaron: “No es sano que un poder del Estado esté siempre pelando los últimos lugares en la valoración de las instituciones” y “Se dice que ganamos mucho y (que) trabajamos sólo dos días a la semana, pero no se sabe lo que hacemos en los distritos. Nos confunden con alcaldes o asistentes sociales, y nos transformamos en muro de lamentos”, respectivamente.

Como eco del estudio referido, el lunes 14 de julio la prensa publicó la Carta al Director “Imagen parlamentaria” del senador Hosaín Sabag (DC), cuyo texto encuentro digno de transcribirlo, considerando las “travesuras” de nuestros diputados conocidas -“gracias a los medios de comunicación”- el martes 19 y miércoles 20 de agosto en curso, como fueron: el aumento de $ 100 mil pesos en la asignación de bencina “para compensar las alzas habidas” -aunque haya tenido que dejarse sin efecto posteriormente por el escándalo producido: “Tenemos que pedirle disculpas al país … aumentar la asignación no es ilegal, pero es absolutamente inoportuno”, dijo el diputado Francisco Encina (PS), el nuevo Presidente de la Cámara Baja- y el “peloteo” de varios en las afuera del Congreso para un spot televisivo -faltando dedos para contarlos-, por mientras 14 -de 120- “legislaban” sobre la modernización del ministerio de Defensa, ambos hechos “coronados” al día siguiente con “el retiro uno a uno” que hicieron de la Sala -quedando ésta vacía al final- cuando el diputado José Pérez (PRSD) empezó a leer el informe de la Comisión Investigadora de EFE, tema este último en absoluto ajeno al ex Presidente Ricardo Lagos. Así, pues, helo aquí:

“En forma periódica se suelen conocer informes que dan cuenta de estudios de alguna consultora señalando que la imagen de los parlamentarios ha sufrido un deterioro paulatino o acelerado, según el cristal con que se mire. Esta figura se ha transformado con el tiempo en un verdadero prejuicio que se ha encarnado en la opinión pública en general, hasta llegar a ser un verdadero lugar común.

“La mala imagen de los parlamentarios que se ha difundido ‘con la ayuda de los medios de comunicación’, es el resultado de un fenómeno parecido al de la manzana podrida que afecta a todo el contenido del cajón. Yo apuesto y me juego a fondo por la rectitud, el buen proceder, el verdadero espíritu de servicio y el trabajo por el bien común de la inmensa mayoría de mis colegas senadores y diputados.

“Pero con el mismo vigor y convencimiento, creo que ‘hay algunos’, tal vez contados ‘con los dedos de una mano’, que han contaminado a todo el cuerpo legislativo con sus procedimientos faranduleros, mediáticos, demagógicos y populistas.

“El problema está ahí. Es este tipo de estilos, practicado por los menos, el que proyecta una imagen negativa, no sólo de los parlamentarios sino de los políticos o servidores públicos en general.

“El país debe tener la certeza más absoluta de que los parlamentarios que eligió para representarlo en el Poder Legislativo, son personas dedicadas las 24 horas del día a la tarea encomendada por los ciudadanos. Esto no siempre llega a conocimiento de la ciudadanía que, por lo mismo, adhiere con cierta facilidad al juicio de la mala imagen.”

Señora Juanita, le recuerdo que el próximo año, junto con las presidenciales, hay elecciones… ¡parlamentarias!, y a la mayoría de nuestros honorables les urge -como cable a tierra- volver al estado llano -de donde salieron-, en donde ningún abogado, médico, ingeniero, profesor, actor u obrero de la construcción gana -en promedio mensual y sacándose la cresta trabajando-, lo que está ganando en el Congreso.

Atentamente,
Jorge Saavedra Moena, c.i. 6.015.115-6

Lector:
INJUSTA CONDENA

El padre Christian von Wernich que ha sido condenado por delitos no cometidos, se le niega ahora la prisión domiciliaria al haber cumplido sus 70 años. Un juicio oral alevosamente político con más de un centenar de testigos que nada pudieron aportar para probar alguno de los horrendos delitos por los que fue acusado y condenado. Un tribunal armado como un verdadero Sanedrín. En realidad lo que hubiera deseado ese genuflexo tribunal, era matarlo al padre von Wernich. Solo el odio puede dictar tales métodos dignos de los tribunales estalinistas que nos relató el recientemente fallecido Alexander Solzhenitsyn.

Pero como no se lo pueden matar, porque no hay pena de muerte en la Argentina, negarle la prisión domiciliaria a un hombre de 70 años, es una manera de condenarlo a muerte lenta con la tortura permanente, dejándolo que en invierno se hiele de frío y en verano padezca el hornífero calor de los 70 grados que irradian las chapas del techo en los malsanos calabozos poblados de insectos.

El padre Christian von Wernich es inocente y tan inocente resulta ser, que el único testigo que hubo de acusarlo y originó la causa, se desdijo ante la CONADEP, fue asesinado por haberlo inculpado al sacerdote de toda culpa y por haber revelado la trama que llevó a sus acusadores a brindarle al falso testigo dinero por mentir y con la promesa de un traslado a Europa con su familia que nunca cumplieron. Este hecho no fue ventilado en la causa, sino que se tapó. El falso se llamaba Julio Emmed, ex policía que murió asesinado de un certero disparo en el cráneo. No hubo investigación y así se cerró el caso. Pero dejó por escrito su testimonio que el padre era inocente de los hechos que este ex policía lo había inculpado.

Hay que volver a reclamar por la libertad del padre Christian Von Wernich, un hecho que prueba persecución política que el régimen perverso de los Kirchner ejercen con pleno acuerdo con terroristas que asesoran en cargos claves desde el poder y son pagados con dineros públicos.

Eduardo Palacios Molina

Punta Chica, 25 de agosto de 2008