jueves, 8 de enero de 2009

Tres excelentes cartas


Señor Director:

NUESTROS DERECHOS ESTAN SIENDO VIOLADOS

Un gobierno democrático y libre no puede transgredir los derechos fundamentales , los derechos humanos o los derechos del hombre, del ciudadano, teniendo a un tercio de sus habitantes reducidos a situaciones humillantes e indignantes luchando por la supervivencia individual, compitiendo entre si para acceder a un medio de transporte, que es un servicio esencial, al 80 por ciento aterrorizado por la delincuencia y a todos los chilenos angustiados por la crisis económica que no fueron capaces de preveer y tomar medidas cuando existía un superávit fiscal.

Además de permitir la corrupción y el engaño. Ya son varios los milagrosamente resucitados, las familias recibieron indemnizaciones del estado, a otros exonerados se les solicita una devolución porque los indemnizaron con varios millones demás.

Y como si esto fuera poco en un dictamen del 2007, el contralor Ramiro Mendoza determinó que el Movimiento de Izquierda Revolucionaria era "una empresa" antes de ser proscrito por la Junta Militar. Esto les permite a cerca de 20 de sus ex militantes recibir hoy una pensión estatal, aduciendo que fueron despojados de su fuente laboral tras el 11 de septiembre de 1973. Andrés Pascal Allende es el mandatado por el Ministerio del Interior para certificar quiénes eran los funcionarios remunerados. La idea de los ex miristas es que el beneficio se amplíe a casi 400 personas, según la revista Que Pasa.

La ciudadanía necesita recuperar la dignidad, la justicia, la libertad, la paz y la responsabilidad política y ética de hacer respetar estos derechos le corresponde al ejecutivo que en lugar de seguir corrigiendo errores, escondiendo la corrupción debería evitarlos.

Chile necesita un cambio y es responsabilidad de cada uno de nosotros trabajar por ello, hasta cuando los chilenos seguirán aguantando tanta corrupción y desverguenza.

Viviana Matus

Señor Director:

OBAMA CHILENSIS

Hasta no hace mucho, “la chifladura” de algunos políticos nuestros era, tan pronto llegaban a los lugares “top-top”, buscar abolengo, alcurnia, ascendencia, estirpe, linaje, prosapia y/o raíces “en las Europas”, para destacar algunos rasgos suyos como característicos de ese distinguido ADN originario. No faltó quien atribuyera a esa gota de sangre vasca ancestral que corre por sus venas, su carácter avasallador.

Desde que el afro-americano Barack Obama salió electo Presidente de los EE.UU., convirtiéndose no sólo en la novedad del año, sino en un hecho histórico mundial, en España aparecieron cerca de 400 súbditos con ese apellido. Acá en Chile no hay ningún Pancho Obama Verdejo ni siquiera una Juanita Machuca Obama, por lo que no queda otra cosa que hacer una analogía con, dándose el primer caso con los llamados “Príncipes” de la falange. “Queremos ser reconocidos como la generación Obama de la DC”, manifestó el alcalde de Peñalolén Claudio Orrego a comienzos de noviembre pasado, convencido -como todo el mundo- que su partido necesitaba y todavía necesita “de manera urgente” un recambio generacional no sólo para revertir la caída histórica que tuvo en las elecciones municipales, sino que revierta “con rostros nuevos” el auto-desprestigio al que ha devenido.

Así las cosas, analogando, analogando, como para despedir mediáticamente el año 2008, nuestra intuitiva socialista Presidenta Dra. Michelle Bachelet, anticipando que este su comentario podría sonar “ridículo”, se lanzó a la piscina: “Yo fui la Obama en Chile”, que ciertamente encontró eco en la prensa internacional, pero no así -hasta donde se sabe- en sus pares sudamericanos, excepto en Luiz Inácio Lula da Silva, quien -antes o después de- se analogó con: “La victoria de un negro allá (en Estados Unidos) tiene la misma importancia que la victoria de un metalúrgico en Brasil”. Del resto de nuestros variopintos políticos no ha habido ninguno que dijese: “Soy amigo -íntimo- de Barack” y/o de la otra Michelle -de la histórica Primera Dama negra de EE.UU.- ni de cualesquiera de sus dos hijas, a quienes a lo mejor les podría gustar algunos alfajores caseros chilenos.

Atentamente,

Jorge Saavedra Moena, c.i. 6.015.115-6


Señor Director:

"Año electoral, año de gastos...”, ¡ Qué coincidencia !

Permítame una licencia: creo que la hemorragia de dinero, tiene además, un fin político-electoral. Qué duda cabe ?

Durante el gobierno de Lagos y ahora con la sra. Bachellet, el último año es el año del regaloneo con dinero estatal. Es cierto que también hay un afán de incentivar la demanda y el empleo, pero recién ahora en enero se anuncia proyectos de ley, que tomaran algunos meses y, justamente madurarán ohhh...justamente antes de las elecciones.

Si la crisis internacional se conocía desde hace meses, y otros gobiernos han establecido planes concretos ya hace varios meses, porqué aquí no hizo algo parecido ? O se estaba esperando el tiempo de elecciones para discutir en el parlamento y hacer la siempre manejada guerra de declaraciones y trinchera política con la oposición ?

Y así se quiere conquistar a la gente joven para que ingrese a la política, cuando no resulta creíble nada de lo que hacen los políticos con poder. Mala cosa señores..."

Mario Pérez