Tasas de interés y tarjetas bancarias
Señor Director:
Mientras en los Estados Unidos las autoridades económicas intentan que los bancos reduzcan las tasas de interés aplicadas a sus tarjetas de crédito, en Chile los economistas aseguran que las tasas de los créditos de consumo deben bajar al reducirse la Tasa de Política Monetaria (TPM). Al respecto, es interesante observar lo ocurrido en la anterior crisis: a partir de noviembre de 1998, la TPM se reduce notoriamente y, al mismo tiempo, las tasas de las tarjetas bancarias experimentan un claro descenso. En la actual crisis no ocurre lo mismo: la TPM ha tenido una violenta baja; sin embargo, las tasas de interés de las tarjetas bancarias se han mantenido inalterables y a un nivel muy superior al de 1998/99 (aproximadamente 4,5% mensual versus 2,5% en 1999).
Por otra parte, hace diez años, las tasas de las tarjetas bancarias eran muy inferiores a las de casas comerciales, lo que definitivamente no ocurre hoy. Ojalá se inicie la esperada baja, en beneficio de tantos sufridos deudores.
Roberto Sanhueza Smith, Contador Auditor.
Nota de la Redacción:
Resulta abismante constatar que los chilenos ya sobreendeudados estamos utilizando el dinero plástico para cubrir las necesidades básicas y que por ello estamos beneficiando a cárteles que nos hacen cobros abusivos tanto en difusos intereses como en oscuros renglones que nadie entiende.
Los Gobiernos hacen esfuerzos importantes por blindar a la banca, y a los emisores de este dinero inorgánico, que lucran desmedidamente de las necesidades populares, en vez de apuntalar a los deudores, lo que sin duda redundaría en un aumento del movimiento comercial.
Las tasas de interés con que exprimen a los chilenos son monstruosas, actúan los emisores como los dueños de los chilenos, a los que en caso de mora envían al boletín comercial que les hace desaparecer del mundo económico.
Están estirando la cuerda en demasía, creemos que en cualesquier momento estallará esta burbuja llevandose en su estallido a un sistema que ha sido extremado por la codicia de unos y los afanes de controlar al pueblo de otros.
Están tirando de la cuerda a extremos irracionales, lo que sin duda nos puede llevar al estallido social que buscan los marxistas que disfrazados de renovados quieren hacer rebentar el sistema, con la ayuda de una burguesía inconciente.
Ingreso Ético Familiar
Señor Director:
Numerosos estudios muestran que la principal herramienta para superar la pobreza es fomentar el empleo. Por lo mismo, las cifras de cesantía dadas a conocer el jueves 30 por el INE son una muy mala noticia, ya que de mantenerse la tendencia durante el año, tendremos un aumento en la cantidad de ciudadanos que viven bajo la línea de la pobreza, que, según cifras oficiales, supera los dos millones de personas.
Es por estas razones que es una muy buena noticia la propuesta de Sebastián Piñera de asegurar un “Ingreso Ético Familiar” a las familias más vulnerables. La propuesta contempla tres puntos claves: aumentar el subsidio único familiar a $21 mil por carga, extender el subsidio al empleo e implementar un bono de capacitación por un monto total de $300 mil a todos los trabajadores vulnerables, quienes son los más golpeados por el desempleo.
Para entender el impacto de esta medida en términos simples, una familia compuesta por dos adultos y dos niños perteneciente al primer decil de ingresos (el más pobre) podría asegurar un ingreso mensual de $220 mil (actualmente obtienen poco más de $120 mil), lo que permitiría terminar con la indigencia, y que más de 1.150.000 chilenos superen la pobreza.
Lo bueno de los tiempos de campaña es que aumentan el interés por el debate de políticas públicas, especialmente aquellas que buscan mejorar la calidad de vida de los grupos más desprotegidos. Ideas y no descalificaciones es lo que pide la ciudadanía, y en ese sentido se agradece esta propuesta.
Gonzalo Blumel M.
Nota de la Redacción:
Los violentos ataques que está recibiendo Piñera por sus proposiciones no son otra cosa que la defensa de la izquierda de su mercado cautivo de la miseria, si dejan de haber pobres ellos saben que se quedan sin base electoral.
