Compra de aviones F-16.
Señor Director:
En relación con la declaración del ministro de Defensa sobre la compra de 18 F-16 MLU en Holanda, debe considerarse que esta información ya había salido varias veces en la prensa internacional especializada. Independientemente de que uno pueda estar de acuerdo o no con la postura política del ministro Francisco Vidal, las negociaciones con Holanda eran conocidas. Se habían firmado tres pre-acuerdos sobre su modalidad, logística, entrenamiento y precio.
Las declaraciones del ministro de Defensa —así como las del comandante en jefe de la FACh— quizá no sean las más prudentes, pero sólo reflejan una política de transparencia que es loable. En cambio, sorprende la actitud —a mi juicio innecesariamente hostil— del gobierno holandés.
Otro problema conocido es que los aviones holandeses no traen sistemas aire-aire de corto alcance, tan modernos y efectivos como los que poseen los F-5E o los primeros F-16 que compramos nuevos. Estos misiles permiten al piloto designar sus blancos por el casco, orientándolos automáticamente a sus objetivos. Son muy ágiles, modernos y capaces. Sería interesante saber si la FACh trasladará esas capacidades o si se perderán para los F-16 de origen holandés.
Habría que modernizar la Ley Reservada del Cobre, ya que no provee recursos para operar, mantener o mejorar los sistemas adquiridos. La baja de los caza Mirage Elkan, los Mirage Pantera y ahora de los F-5E Tigre III tiene mucho que ver con las restricciones presupuestarias, ya que con los recursos corrientes no alcanza para volar, mantener y modernizar los aviones. Lo mismo les ocurre a la Armada y al Ejército.
Por último, lo verdaderamente escandaloso es, a mi juicio, que los recursos de la Ley Reservada del Cobre no se hayan entregado a las FF.AA. por ya más de tres años, como obliga la ley. Eso abre una enorme interrogante sobre cuál va a ser el destino de nuestra defensa si en vez de modernizar la Ley Reservada del Cobre, ésta se aboliera.
Daniel Prieto Vial
Ingreso Ético Familiar
Señor Director:
Numerosos estudios muestran que la principal herramienta para superar la pobreza es fomentar el empleo. Por lo mismo, las cifras de cesantía dadas a conocer el jueves 30 por el INE son una muy mala noticia, ya que de mantenerse la tendencia durante el año, tendremos un aumento en la cantidad de ciudadanos que viven bajo la línea de la pobreza, que, según cifras oficiales, supera los dos millones de personas.
Es por estas razones que es una muy buena noticia la propuesta de Sebastián Piñera de asegurar un “Ingreso Ético Familiar” a las familias más vulnerables. La propuesta contempla tres puntos claves: aumentar el subsidio único familiar a $21 mil por carga, extender el subsidio al empleo e implementar un bono de capacitación por un monto total de $300 mil a todos los trabajadores vulnerables, quienes son los más golpeados por el desempleo.
Para entender el impacto de esta medida en términos simples, una familia compuesta por dos adultos y dos niños perteneciente al primer decil de ingresos (el más pobre) podría asegurar un ingreso mensual de $220 mil (actualmente obtienen poco más de $120 mil), lo que permitiría terminar con la indigencia, y que más de 1.150.000 chilenos superen la pobreza.
Lo bueno de los tiempos de campaña es que aumentan el interés por el debate de políticas públicas, especialmente aquellas que buscan mejorar la calidad de vida de los grupos más desprotegidos. Ideas y no descalificaciones es lo que pide la ciudadanía, y en ese sentido se agradece esta propuesta.
Gonzalo Blumel M.