Señor Director:
Creo que es hora de ejercer reconocimiento y justicia entre los chilenos que por amor a la patria y por su labor de ciudadanos y de soldados lograron obtener un gran resultado en el desarrollo de las negociaciones de Chile con nuestra hermana Argentina, dentro del magistral patrocinio del Santo Padre. Los que representaron a la patria chilena merecen honor, distinción y gratitud. Los ojos de Chile los conocen; los nobles de corazón jamás los olvidarán. Los que tratan de esconderlos, la historia los juzgará.
Germán Becker Ureta