lunes, 31 de marzo de 2008

Tres Cartas de miedo......

Lector:

Hipócrita seriedad Presidencial....

En el Salón Blanco de la Casa Rosada, en un clima menos circense revestido de una hipócrita seriedad, la presidente después de que su ministro de economía realizara una exposición sobre la justificación de las retenciones a la soja y sobre subvenciones a pequeños y medianos productores rurales, cerró el acto esta vez con un discurso más sereno pero igualmente intransigente respecto al anterior, referente a las retenciones. No hubo agradecimientos al productor, sino que más bien exaltó la rentabilidad de las cosechas de soja y su temor a que el campo argentino se "sojizara", y sobre la necesidad que el Estado regulara la producción e hiciera el papel de repartidor de la riqueza del agro. ¿ Acaso este y el anterior gobierno no subsistieron y subsisten gracias a la "sojizacion" y a sus buenos precios internacionales? ¿ No fue la soja la que salvó al país?

Reafirmó una vez más que los ruralistas habían ido a un paro a defender la ganancia de unos pocos, aduciendo que la soja , el 80 por ciento de la producción recaía en el 20% de los productores, ignorando de ex profeso, que la retención a la soja había sido el detonante de una ausencia de una política agropecuaria en todo el país y en todas las actividades que esta palabra involucra. La presidente se esforzó en manifestar los perjuicios que este paro había ocasionado al país, insinuando que las pérdidas eran consecuencia de la incapacidad de diálogo de los productores. (sic)

¿ Cuanto se hubiera ahorrado el país, si el gobierno hubiera abierto el dialogo con el campo antes de aprobar el aumento de las retenciones a la soja? ¿ Si todos estos argumentos que hoy presenta la presidente se hubieran debatido en una mesa de diálogo? . Creo que eso no se hizo porque fue característica de este gobierno continuación del anterior, subestimar al pueblo y simultáneamente esquilmarlo con impuestos anticonstitucionales, engañando a las "masas" y convirtiéndolas a estas, en enemigas del "pueblo".De esta manera estimular lucha de clases, objetivo principal de este gobierno.
La obligación de un gobierno es elevar a las masas a la categoría de pueblo, y no a la inversa. como actualmente se pretende.

De la misma manera que el campo, los jubilados estamos recibiendo
una remuneración que se ha ido depreciando hasta llegar a cifras equivalente a un tercio de los que se debería cobrar. Con la diferencia que los jubilados no podemos hacer paros. Con esto quiero decir claramente que este gobierno se ha caracterizado por despojar a los contribuyentes, llegando hasta vivir de las remuneraciones de los jubilados. De esa manera nos quita la "dignidad".

Está claro que esta actitud, no es desde ya democrática y mucho menos republicana, sino que a todas luces se presenta como una política confiscatoria y por lo tanto totalitaria. Si a ello le sumamos
las ansias de expropiación de la tierra, avanzando sobre la propiedad privada, veremos que esta lucha que libra el campo en este momento
es una resistencia denodada por defender la propiedad privada, base fundamental de la familia y de la Patria.

Lo que más odio y resentimiento le ha producido al gobierno, es la dignidad virtud que posee el hombre de campo. Toda esa pléyade de vividores del presupuesto, no pueden soportar a quienes trabajan y
producen y actúan como personas libres y pretenden ser tratadas
como lo que son y no como súbditos. Por eso es muy difícil sentarse a negociar ( o a dialogar) con personas que solo buscan el cargo público para vivir del cohecho o del soborno.

Eduardo Palacios Molina, Republica Argentina.

Nota de la Redacción:
Hemos publicado in extenso esta nota por considerarla una exquisita radiografía de lo que está viviendo la hermana Republica Argentina, bajo la férula nazi-marxista del peronismo encabezado por el turnio “Primer Damo de la Nación” y con el Gobierno encabezado por su señora, que no ha destacado ni por demócrata ni por usar argumentos de paz.

Señor Director

La Vigencia de un ideario

Hace 17 años Jaime Guzmán fue brutalmente asesinado por extremistas de izquierda y como, pareciera habitual con esta clase de terrorismo, el cobarde crimen de este Senador -en ejercicio- de la República de Chile, aún permanece impune. Hoy cobra especial importancia conmemorar al fundador del gremialismo puesto que aparentemente soplan vientos desfavorables en el seno de algunos de sus seguidores cercanos. ¿Existe una razón de fondo o es tan sólo una crisis pasajera alentada además por sus adversarios? Un breve análisis al legado de Jaime Guzmán puede iluminar esta interrogante y quizá ayude a poner en su justa dimensión sus reales alcances. Hay dos ámbitos en la vida del hombre de Providencia que son distintos pero indisolubles y que explican su martirio y su contribución al bien del país. En primer lugar, el hombre público de mente brillante que con su claridad conceptual configuró por vez primera en la derecha política chilena un ideario, una doctrina que guía de manera orgánica y eficiente los deseos de bien público que inspiraban a él y a sus seguidores. Por otra parte está el hombre que en su vida privada cultivó la sencillez y el altruismo con igual vigor que la amistad. Hombre asceta y de un hondo sentido religioso. Esta doble dimensión plasmada en un ideario político fue trasmitida a sus discípulos y amigos en un estilo de renovado sentido del servicio público. El Senador que representaba las zonas más populares y pobres del país había testimoniado con su vida la congruencia de su estilo y su clara opción de preferencia por los desposeídos. Y este aspecto que para algunos grupos no pasa de ser más que “una bandera de lucha” constituye un eje capital en el ideario teórico y práctico del legado de Jaime Guzmán.. Por eso para aquéllos de sus seguidores que hayan abrazado la causa del servicio público resulta esencial la congruencia en ese estilo de vida. Es verdad que cualquier ideario que se constituye en una fuerza política aspira a poder gobernar en la convicción que su visión será mas efectiva en la consecución del bien común de la ciudadanía. No obstante, el logro de ese objetivo no se consigue a cualquier precio. Hay valores que no se transan y que no se pueden sacrificar en aras de un supuesto bien mayor. No se puede pasar por sobre la dignidad de las personas; no se puede privilegiar grupos determinados aunque sean partidarios; no se puede llevar una vida en que no esté presente la mesura y el valor de la solidaridad práctica; por otro lado, se debe velar para que ese valor superior que es la libertad sea un bien insobornable de realización humana; libertad que permite que cada persona elija de manera autónoma el destino de su vida; se deben fortalecer aquellos valores que han constituido nuestro acervo cultural y ético como país, en especial el valor de la familia, compuesta por un hombre, una mujer y sus hijos. También es cierto que por el bien de las personas se deben acercar y consensuar posiciones que tengan un objetivo mayor y así lo hizo Jaime Guzmán desde su inicio como Senador de la República y lo testimonia el hecho que gracias a su disposición y voto don Gabriel Valdés fue el primer presidente del Senado. Pero no se puede estar bien con Dios y con el diablo ni menos aún pactar con éste último. La claridad intelectiva de Jaime Guzmán acompañó todas sus acciones y ciertamente son un referente hoy para quienes se desempeñan en cualquier cargo público y ciudadano. Nunca amilanó al fundador gremialista el hecho de ser un grupo muy reducido en los inicios de la vida pública; estaba convencido del valor profundo de su propuesta para el bien del país y hoy sus seguidores representan la primera fuerza política votada por la gente y sin abandonar como grupo humano y político, el estilo heredado por ese espíritu notable llamado Jaime Guzmán Errázuriz.

Salvador Lanas, Académico Universidad Andrés Bello"

Señor Director:

FUTURO A LA VISTA

Demostrada que ha sido la muy férrea y respetada “¡Palabra de Mujer!” de nuestra intuitiva socialista Presidenta Michelle Bachelet, no deberíamos sentir recelo y/o suspicacia para no creerle ahora cuando manifiesta: “Debo reconocer que no he pensado en el futuro todavía, refiriéndose a su vida venidera a contar del 11 de marzo de 2010, cumplidos que sean “los cuatro años de ejercicio” del alto cargo que hoy ostenta, pero considerando lo que han hecho sus antecesores, ajenos a la sorpresa podemos visualizarla presidiendo una institución privada, la suya propia, sin fines de lucro, que podría llamarse “Fundación general (A) Alberto Bachelet” -en memoria de su padre- que se encargue -amén de velar por el respeto de los derechos humanos en el mundo, para “nunca más”- de preservar y difundir su histórico legado o gran obra político-administrativa “cosista-lavinista”: “Hemos hecho mucho, pero todavía hay mucho que falta”, dejando en el olvido “esas cosas del pasado, de la administración”, incluido el Transantiago, su “bệte noire” o “very bad word”, porque sí “las cosas se están haciendo bien”, aunque presionada por las circunstancias y “dando la cara al país” haya tenido que reconocer que “no” y esté hoy por hoy, a mitad de camino, “más complicá que ocho”, denunciando ser víctima de un intento de “femicidio político”, caiga quien caiga.

Su ingreso al exclusivo “Club de Madrid” es inevitable, como lo serán sus viajes por el mundo dando conferencias -pagadas, obviamente- para contar su experiencia tanto antes, durante y después de la dictadura -no exenta de anécdotas que podría plasmar en un libro suyo-, que la harán ciertamente meritoria para ocupar algún alto cargo internacional, cuya postulación se hará sigilosamente por sus futuros colegas para que parezca ante la opinión pública como que es por su liderazgo en política, lo que deberemos tomar como otra forma o manera suya de seguir sirviendo a Chile, con beneficio directo para la señora Juanita, es decir, p’al pueblo.

Admirable futuro, más aún con el goce de “la dieta-jubilación” vitalicia o de por vida -hoy de aproximadamente $ 7 millones mensuales- que la espera a contar de marzo de 2010, contemplada en el artículo 30 de nuestra Carta Fundamental para los ex Presidentes de la República, disposición constitucional que -insisto- debe derogarse por indecorosa, abusiva y por no condecirse con nuestra tradición republicana, democrática -“del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, “servir a los demás y no servirse a sí mismo”-, ni mucho menos con la política de equidad y coherencia social que promueve este Gobierno Ciudadano de la señora doña Michelle, la hija del general.

Atentamente,

Jorge Saavedra Moena, c.i. 6.015.115-6