miércoles, 2 de julio de 2008

Tres excelentes temas, de suma actualidad.

Carta publicada en ‘El Mercurio de Valparaíso

Vértice final

La celebración del centenario de Allende tiene algo de incierto. Ante todo porque él es un híbrido ideológico.

En su praxis política fue de todo: marxista, marxista-leninista, socialista y socialdemócrata, promotor de las guerrillas latino-americanas, masón tolerante y pro-comunista. Si hubiera sido todas esas cosas consecutivamente, habría dejado el recuerdo de un hombre que luchó buscando su identidad.

El “gran demócrata” consideraba a la Unión Soviética “la hermana mayor de la revolución chilena”, el “primer defensor de la Revolución Cubana” era –a escondidas- gerente y director general, accionistas de empresas voluminosas.

El “principal defensor de la unidad socialista-comunista” era apreciado por los comunistas como “el peor candidato posible de la izquierda”. Del “defensor de los derechos de los trabajadores”, el único izquierdista de rango, don Clotario Blest, pensaba que era “un pije que nunca debió meterse a revolucionario”. Por eso, es que cuando se terminó su época hasta los pobres embanderaron sus casas en lugar de salir a defender “al gobierno popular”.

Después de su más enigmática muerte fue convertido en víctima propiciatoria utilizable y comercializable en todas direcciones y el mito se globalizó.

Pero como la historia y los hombres son inciertos y uno es siempre dos, la “era de Allende” no sólo abandonó a miles de chilenos desarmados, sin acceso a embajadas, desorientados como las verdaderas víctimas de su aventurerismo.

El tiempo de Allende fue también el vértice final de una sociedad chilena en la que había hecho crisis el capitalismo post-feudal y parasitario.

Esa crisis abrió paso a una sociedad nueva, en la que la izquierda y la derecha buscan afanosamente su rumbo definitivo sin saber cuál es su nueva norma. De que esta vez lo hagan con racionalidad y eficiencia depende la superación de la pesadilla histórica que ambos vivieron con Allende.

Víctor Farías

Señor Director:

SEMANA DISTRITAL

Para viajar, a falta de recesos y/o recesitos buena es “la semana distrital”. Así, la semana pasada, por uno u otro motivo, varios fueron los parlamentarios que se las emplumaron pa’las Europas, destacando de entre ellos: Adolfo Zaldívar (ex DC), Roberto Muñoz Barra (PPD), Carlos Bianchi (IND), Ricardo Núñez (PS), Guillermo Vásquez (PRSD), Carlos Cantero (ex RN), Sergio Romero (RN), José García (RN), Baldo Prokuriça (RN), Hernán Larraìn (UDI), Jovino Novoa (UDI) y Jaime Orpis (UDI).

Sin perjuicio de otros recuerdos, los más ufanos son los aliancistas que pudieron “fotografiarse” con el Presidente francés Nicolás Sarkozy, testimonio que reproducido -y aumentando la colección de- adornará distintos sitios íntimos de cada uno de ellos, tanto para darse ínfulas, como para provocar la admiración o despertar la envidia en quienes tengan la suerte de contemplar tan preciados trofeos, entre los cuales, ciertamente, no está la imagen de la insignificante señora Juanita, quien por su parte conserva y muestra orgullosa la foto polaroid que le sacaron junto a su candidato, cuando éste recorría la feria del barrio o andaba proselitando “puerta a puerta”, prometiéndole, ahora sí, mejorarle su calidad de vida.

Respecto de la importancia que tiene una fotografía en polìtica, como no recordar aquella advertencia que hiciera don Ricardo Froilán a algunos díscolos concertacionistas -indisciplinados circunstanciales- que no merecían sacarse una foto con él para ser usada como propaganda “subidora de bonos” en las pasadas elecciones parlamentarias.

¿Qué hicieron los parlamentarios que no viajaron al extranjero en esta oportunidad? De una parte, la senadora Alvear, presidenta de la DC “además, aprovechó para anunciar su pre-candidatura presidencial 2009, y para pasearse por las calles de Valparaíso sembrando simpatía en pro de. Toda oídos, sin ninguna prisa. El senador Eduardo Frei -“como siempre”- optó por su sureña Circunscripción y celebró su cumpleaños 66 en la casa de Waldo Flores (DC), alcalde de Río Bueno, acompañado de algunos concejales de la zona, sin ningún otro interés que no fuera pasarlo bien junto a sus camaradas y amigos. De los otros … ¡sepa Moya!

Atentamente,

Jorge Saavedra Moena, c.i. 6.015.115-6

Aunque no es carta, vale la pena:

¿NEGLIGENCIA PROFESIONAL EN LA JUSTICIA?
Por. Miguel Veyl

Cuando un médico u otros profesionales realizan mal su trabajo, se le sigue un juicio por negligencia profesional. También sucede con los funcionarios públicos a quienes se les hacen sumarios, pero ¿y los jueces?.

Quienes reciben su sueldo del Estado, es decir son empleados de todos los chilenos tienen un compromiso con el país, por tanto tienen una responsabilidad especial frente a la sociedad. Ellos por ética –al ser pagados con el aporte de todo un pueblo, desde los más modestos a los de mejor condición económica- cuando fallan en su rol de servidores públicos, deben ser tratados con la mayor dureza.

Recientemente un violador de menores que debía cumplir con una pena de presidio, por culpa de un juez que erró su criterio y aplicó mal las leyes (como si un médico hubiese leído mal los exámenes de un paciente y lo operó de algo que no correspondía) quedó en libertad condicional. El antisocial como un predador suelto sin control, siguió atacando a más menores. ¿Qué responsabilidad tiene el magistrado que lo benefició?. ¿Cómo les paga a las familias el daño irreparable que provocó con su negligencia profesional?. ¿Qué sanción recibe de parte del Poder Judicial?.
Seguramente se argumentará que esto no está contemplado en la legislación, entonces la responsabilidad es del Poder Ejecutivo y Legislativo que también han actuado históricamente con negligencia, al no establecer una norma que evite estos errores. Han sido entonces los gobernantes, los senadores y diputados, culpables al disponer de platas de todos los chilenos, para pagar a funcionarios públicos que por desarrollar su trabajo sin una responsabilidad profesional, pueden hacer daño a la sociedad.

Hoy el país gasta un fondo multimillonario, -que permitiría la construcción y de numerosos hospitales, escuelas y casas, tan necesarios a lo largo de todo el territorio,-para que funcione la “Nueva Justicia”. Sin embargo, todos los chilenos somos testigo de la aplicación de la “puerta giratoria”, responsable de la presencia en las calles de miles de delincuentes, en especial traficantes y micro traficantes de drogas – verdaderos enemigos del pueblo – que siguen operando y carcomiendo el corazón de las familias asalariadas.