jueves, 1 de julio de 2010

Tres cartas, excelentes temas y muy contingentes.


Señor Director:

Recibimiento en La Moneda.

El Presidente de Chile no le gusta ni a Harold Mayne-Nicholls ni a Marcelo Bielsa que preferirían a Michelle Bachelet. Tienen derecho a su opinión, pero no a andar haciéndose los exquisitos si el Presidente invita, incluso con falta al protocolo.

Asistiendo, junto con reparar la mala educación demostrada en la despedida que les hizo en Pinto Durán, demostrarían agradecimiento al país que permitió que tanto ellos como la Selección hayan podido trabajar como se les dio la gana. Lo contrario es mala educación cívica.

Ignacio Larraín Hurtado.

Señor Director:

Resguardo.

Creo que más allá de si la FIFA decide o no aplicar en el fútbol tecnología electrónica para apoyar los fallos referiles, otro tanto o más podría lograr si fomentara mejor, y desde muy temprano en la formación de jugadores, el sentido del fair play. Ayer, en la foto que publicaba su diario en primera página, se veía claramente cómo el arquero alemán observaba desde el aire el balón dentro de su propio arco. Un mínimo sentido de ética, bien inculcada desde pequeño, lo habría forzado moralmente a señalar este error involuntario del guardalíneas. Sin embargo, y como destacaba el epígrafe, calló. Quedará en su conciencia.

En el tenis, varias veces he visto a jugadores corregir equivalentes fallos adversos. Marcelo Ríos, sin ir más lejos, lo hacía regularmente. La misma actitud en el fútbol —un deporte mucho más masivo— sería una gran enseñanza para los millones de jóvenes y niños que tienen por ídolos a estos deportistas. Y muy consecuente con el lema actual de la FIFA de mejorar la educación en el mundo.

Enrique Vial Briceño.

Señor Director:

Agradecimiento.

Hay que agradecer a Marcelo Bielsa por demostrar que el rigor, la exigencia, la disciplina, el establecer metas alcanzables para sus pupilos, si van acompañados de motivación, respeto y acogida, tienen su enorme recompensa.

Qué falta nos hace la palabra justa y necesaria, a cambio de la verborrea excesiva que nos ahoga y nos hace perder el norte. Chile le agradecerá continuar con su trabajo, ya que el suyo y de sus jugadores es una gran enseñanza para el país.

Gerda Reichhard, Profesora.