Señor
Director:
Traslado de Celestino
Córdova.
El asesino de nuestros padres, que cumple
condena en la cárcel de Temuco, ha hecho una huelga de hambre con el fin de
presionar a Gendarmería y lograr que se le traslade al Centro de Educación y
Trabajo de Vilcún, recinto penal especial destinado a reos de excelente
conducta y baja peligrosidad, en el que los internos pueden realizar trabajos
en amplias extensiones de terreno. Las informaciones de prensa consignan que
Gendarmería estaría estudiando esta solicitud.
Como familia queremos expresar nuestra
indignación y frustración ante el solo hecho de que Gendarmería evalúe una
solicitud de este tipo, hecha mediante una huelga de hambre que es, en sí
misma, una vulneración de las más elementales normas penitenciarias. Es inconcebible
que el condenado por un homicidio cometido con el nivel de crueldad y cobardía
como el perpetrado por este preso, que está recién iniciando su condena,
pudiera obtener el trato dispensado a internos de conducta ejemplar y de baja
peligrosidad. En un país con un mínimo de respeto por el Estado de Derecho se
le habría aplicado al señor Córdova una sanción en su régimen carcelario. Aquí
lo más probable es que la autoridad ceda a su chantaje y le otorgue el premio
que busca.
Desde la misma noche del asesinato de nuestros
padres hemos intentado llevar nuestro dolor con dignidad; hemos buscado siempre
justicia, nunca venganza; como corresponde, y como nuestros padres nos
enseñaron, nos hemos sometido a todos los procedimientos legales; hemos sido
insultados y agredidos en el juicio al señor Córdova, como si nosotros fuéramos
los delincuentes. Nunca hemos pedido otra cosa que la estricta aplicación de la
ley. Hoy, como ciudadanos que somos, nuevamente pedimos el trato justo y la
igualdad ante la ley a que tenemos derecho. Nuestros padres no eran personas de
segunda categoría; sus asesinos deben pagar su crimen como cualquier
delincuente.
Si las máximas autoridades del Ministerio de
Justicia y de Gendarmería se doblegan y le otorgan un privilegio de este tipo y
bajo estas circunstancias al criminal que quemó vivos a nuestros padres,
esperamos que no sea entre gallos y medianoche, sino que se hagan públicamente
responsables de esa decisión. Como hijos, para nosotros será un dolor más; pero
serán ellos quienes carguen por siempre con la vergüenza de los cobardes.
Karin
Luchsinger McKay, Mark Luchsinger McKay,
Jaime Luchsinger McKay, Jorge Andrés Luchsinger McKay.
Señor Director:
Calidad en
educación.
De acuerdo con el último resultado publicado de
la prueba Simce de II° Medio, los colegios particulares obtuvieron en promedio
335 puntos (privados) y 270 puntos (subvencionados), mientras que los colegios
públicos solo obtuvieron 241 puntos.
A pesar de lo anterior, el Gobierno pretende
hacernos creer que la solución para mejorar la calidad de la educación es
convertir a los colegios subvencionados en públicos.
¿No sería más directo que los nuevos recursos
para la reforma educacional se destinaran a mejorar la calidad de los colegios
públicos y así nivelar para arriba?
Daniel
de la Maza.