domingo, 23 de septiembre de 2007

Cartas para reflexionar.

Señor Director:

No fue ninguna sorpresa el que la Corte Suprema aprobara la extradición del ex Presidente del Perú Alberto Fujimori. No me corresponde comentar las razones que tuvo dicho tribunal, sin embargo me causa profunda preocupación el escuchar a algunos parlamentarios y autoridades de la Concertación afirmando que con este fallo se demuestra que Chile no es un país de asilo para aquellos violadores de los derechos humanos, como lo sería el ex Presidente Fujimori.

¿Se habrán olvidado aquellos que en el gobierno del Presidente Aylwin se le concedió asilo a uno de los más grandes violadores de dichos derechos, como lo fue el señor Erich Honecker y su señora. Para muestra, lo invito a ver el film "La vida de los otros" y comprobar los delitos que se cometían en la Alemania Oriental.

No tengo más comentarios al respecto, sólo pido que no seamos más un país de doble estándar.

Dr. David Jankelevich W.

Señor Director:
Un nuevo 11 de septiembre pasó, fecha histórica que marca un antes y un después. 34 años después, la izquierda resentida y llena de odio vuelve a salir a la calle a sembrar terror y muerte, pues asesinaron a un Carabinero y dejaron a mas de 40 heridos, ante la complacencia y verborrea del Gobierno que es inoperante y siente una atracción fatal por los delincuentes de izquierda; de seguro va a crear Comités de Emergencia con puro blá blá y cero resultados, como es usual en este Gobierno. Para salir de la duda, habría que averiguar con esos " jóvenes idealistas "como los llaman a veces, por quien votaron en las ultimas presidenciales, (los que lo hicieron); eso explicaría mucho. Los Carabineros están siendo mandados a un matadero, no pueden repeler de la misma forma cuando son atacados con armas de guerra, como los fusiles M- 16 o AK- 47; solo arrancar y tirar bombas lacrimógenas; caso contrario, aparecen los Parlamentarios díscolos y los abogados de derechos humanos, socios de este Gobierno y los Carabineros o se irían presos o en el mejor de los casos, a la casa; en ningún país del mundo se manda a la Policía con las manos atadas a combatir la delincuencia. Esto demuestra más que nunca que debe haber un cambio profundo en nuestra Sociedad, partiendo por sacar del Gobierno con los votos y volver a aplicar la Ley y la decencia en este querido Chile.
Sergio Correa Herrera.

Señor Director:

En la página editorial del miércoles 19, su diario analiza la propuesta de tarificación vial para Santiago que estaría estudiando el MOP.

Más allá de la intromisión que esto significaría en tareas de desarrollo urbano que no son de competencia del MOP, y de la situación desmedrada en que esto dejaría al centro de Santiago, lo más preocupante de esta noticia es que la tarificación vial es en la práctica un mecanismo de redistribución a la inversa.

Mediante el sistema de tarificación vial se limita el uso de un bien que es de todos los chilenos a quienes tengan capacidad de pago para usarlo, cargándoles a estos últimos un porcentaje muy menor del valor real de la infraestructura y los terrenos utilizados. Se constituye en la práctica en un subsidio por parte de todos los santiaguinos a quienes paguen por usar las calles.

Los expertos en evaluación social discutirán que este cobro corresponde al costo social de la congestión, sin embargo esta consideración teórica choca frontalmente con la realidad: por una parte, la discriminación por valor del tiempo en el uso del espacio público es, al menos, odiosa; y por otra, la experiencia de las autopistas urbanas ha demostrado que la disminución en los niveles de congestión es temporal y que rápidamente la ley de oferta y demanda opera restableciendo niveles de congestión marginalmente más bajos.

Felipe Errázuriz D.

Señor Director:

Los tribunales han resuelto extraditar al Perú a Alberto Fujimori.

Antes de que se conozca el resultado del juicio político y penal que lo afectará en su país, conviene pensar un poco en el resultado real de su gobierno.

El grupo terrorista Sendero Luminoso, causante de miles de muertos en el pueblo peruano, fue derrotado y sus líderes encarcelados. Lo mismo ocurrió con el MTA.

La economía del Perú dio un vuelco completo y se originó un crecimiento constante.

La ciudad de Lima y otras recuperaron su belleza tradicional gracias al orden establecido con los ambulantes y al aseo y ornato de siempre.

El episodio terrorista en la Embajada del Japón, probablemente el más importante en América hasta el 11 de septiembre del 2001 en EE.UU., fue controlado con una operación militar secreta e impecable que salvó a más de cien rehenes.

Y se podría seguir.

No debemos olvidar que el Presidente Alan García fue enjuiciado por múltiples delitos de toda índole mientras vivía fugado en el exterior. Lo mismo ocurrió con Haya de la Torre, exiliado en Chile en los años 30 y 40. Así es la política en el Perú y en general en América Latina.

Entonces, vámonos con más calma y no prejuzguemos a Fujimori fuera de su realidad. Espero que el ex presidente sea tratado adecuadamente a su rango y que sus variados errores e ilegalidades sean analizados en el contexto político del Perú en esos años.

Pero entre el Perú de los 70 y 80 y lo hecho por Fujimori no hay por dónde perderse. Alberto Fujimori gana por paliza, a pesar de los pesares y de los ataques que recibe hoy.

Manuel Blanco Vidal.

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