jueves, 18 de octubre de 2007

Muy buena correspondencia..

Señor Director:

DOCTORADOS HONORIFICOS

Si la médico-pediatra Michelle Bachelet Jeria, con especialidad en epidemiología, no fuera nuestra histórica primera Presidenta de la República ... ¿habría recibido la distinción de “Doctora Honoris Causa” que acaba de otorgarle la Universidad de Siena, Italia? ¿Qué aporte significativo a la medicina y cirugía infantil ha hecho aquí y allá como para destacarse entre sus pares y hacerse meritoria de? ¿Por qué este grado honorífico no le fue otorgado cuando fue ministra de Salud, o antes de?

Sin quitarle la vista a los “doctorados honoris causa” varios -no exentos de plausibles reparos- recibidos por Ricardo Froilán Lagos y José Miguel Insulza por su defensa (?) de los derechos humanos y por su contribución (?) a la neo-democracia americana, aprovecho la ocasión para destacar estos grados honoríficos otorgados recientemente por la Universidad Politécnica de Madrid -el retropróximo 5 de septiembre- al ingeniero chileno Arnoldo Hax por las múltiples aplicaciones que su modelo de estrategia -“El Modelo Delta”- ha tenido en distintas empresas del mundo, y por nuestra Universidad Andrés Bello -en agosto pasado- a la soprano chilena Cristina Gallardo-Domâs. Su carrera -de larga trayectoria- “es un precioso testimonio y un estímulo para las generaciones de jóvenes no sólo del mundo artístico. Es un modelo en cuanto a la forma de aprovechar al máximo los dones y talentos recibidos”, manifestó el profesor Guido Minoletti en la ceremonia encabezada por el rector Rolando Kelly.

¿Qué puede concluirse de lo anterior? Que en política -agraciados al alero del ente público al que dan vida- estos doctorados son “llegar y llevar”. En el ámbito profesional estricto ... hay que sacarse cresta y media para demostrar ser de excepción para lograrlos, habiendo muchos que mueren sin recibirlos. Grande es la diferencia, como diferente es la alegría que debe sentirse en el momento de ver recompensado esfuerzo, tesón y sacrificio, versus sagacidad, verborrea y manejo político-comunicacional.

Atentamente,

Jorge Saavedra Moena, c.i. 6.015.115-6

Señor Director:
Si hay algo que reconocer a Bachelet, es su permanente y perseverante conducta de poner por delante de todo a los problemas de género, incluso por encima de cualquier otro de tipo social. Ha sido su bandera de lucha permanente, aunque no se apreciaba de esa misma manera en su etapa de candidata.


Me llama la atención ese tipo de fijación de la sra. presidenta, porque pone de relieve la importancia relativa de su discurso.
Todo queda supeditado a poner en primer lugar al género femenino, como si ello fuera la vía para solucionar los problemas prioritarios del país, que no son pocos. Me pregunto si ello no es la manifestación real de un feminismo revanchista de los que se sienten marginados, más de lo que en la realidad lo han sido? Las reiteradas oportunidades en que se refiere al tema, hacen pensar en que esta no es una cuestión casual, sino más bien meditada y decidida personalmente.

Estas actitudes, lejos de favorecer a la mujer, no la dignifica. La mujer no necesita de bastones para demostrar que es y será valorizada al igual que todo ser humano.

Todas estas reflexiones surgen al ver cómo se ha ido tejiendo en nuestra sociedad, una verdadera complicidad y uso excluyente del vocabulario, para demostrar que aquí ya no existen dos géneros sino que tres:masculino, femenino y gay.

Los patrocinadores de esta última condición, se han esmerado en hacer aparecer al resto de la población como homofóbicos, excluyentes, discriminadores etc. por no considerar esta tercera versión de nuestra condición humana.

Hay que reconocer que en toda especie existen situaciones de deformación, anormalidades, hermafroditas, indefiniciones o transiciones, pero también creo que hay que reconocerlas en tanto tales, y no asimilar lo excepcional a lo normal.

Lo normal es que un gobierno se preocupe de todos sin priorizar por género. Lo normal es también reconocer dos géneros y no tres o cuatro como pretenden algunos que se sienten excluidos.

De allí que me resulte chocante que un uniformado, policía o de las fuerzas armadas, ponga en jaque a autoridades por una situación anormal en sus filas. Las personas con indefinición sexual deben estar excluidas de las filas, por la necesaria protección del bien superior que esas instituciones buscan como objetivo fundamental de su existencia. Pero tanto repetir la canción de la discriminación, seguro que seguirán en el camino de la protesta por la igualdad de derechos.

Finalmente, me recuerdo que un antiguo profesor decía en clases de la universidad, que los derechos de unos terminan, donde comienzan los derechos de los otros.

Mario Pérez

Señor Director:

La delincuencia y el desempleo en este país, se soluciona tomando acuerdos entre el Estado y el Empresariado, dando trabajo digno bien remunerado a las personas, ya que las leyes laborales que se han promulgado a la fecha solo han generado mas desempleo, originado así el aumento de la delincuencia, ya que los trabajos existentes son escasos y muy mal remunerados,
¿Que haría usted sin un empleo? acaso no robaría para darle sustento a su familia ¿ Quizás usted me diría que no porque a usted nunca le ha sucedido?, ya que como tiene trabajo digno y bien remunerado su mente no alcanza a descubrir como se sienten aquellas personas con estos problemas, (¿Se solucionara algún día este problema?), difícil, pero no imposible, pero si esto continua todo el país caerá en la desesperación y la desesperanza y quizás hasta quien sabe que mas podría suceder.
Eugenio Padilla.