Señor Director:
Ausencia de O'Higgins
Realmente es una paradoja que mientras en Chile el Padre de la Patria, don Bernardo O'Higgins Riquelme, no figura entre los 10 "Grandes Chilenos", la hermana República del Perú lo honra merced a sus valiosos servicios a la gran causa por la libertad e independencia de América, recordando su nombramiento de Gran Mariscal por el Supremo Gobierno de esa nación e instalando una estatua en su memoria en el patio de honor de su embajada en Santiago.
Hosman A. Pérez Sepúlveda.
Consejero Nacional
Instituto O'Higginiano de Chile.
Señor Director:
La derrota de Prat
Me ha causado una profunda emoción la cantidad de recados que me están llegando, a través de todos los medios, para que vote por el capitán Arturo Prat, pues peligra su clasificación en este concurso farandulero en que compiten, de igual a igual, personajes señeros de la historia de Chile con personas ajenas a la formación espiritual de nuestra nacionalidad y con un menguado aporte al espíritu de nuestra patria. Como lo diría un hombre de campo: “Estos caballeros no son ‘Sello de Raza’”.
Pero estas personas son inocentes de estar incluidas entre los personajes históricos. Ellas no tienen la culpa. Los responsables son los que, sustentando viejas ideologías, tienen el desparpajo de abrirles espacio a sus candidatos, haciendo desaparecer nada menos que a O’Higgins. Mas no se detuvo ahí esta concertación de lesa patria; ahora hay fundados temores de que Prat sea derrotado. Por eso, la gente llama y pide votar por quien dio su vida en el martirio de Iquique, en aquel miércoles 21 de mayo de 1879. He señalado que he recibido el estímulo para apoyar a nuestro insigne marino tanto de gente amiga como de personas que no conozco. Estoy seguro de que esto mismo les debe ocurrir a muchas personas. Gracias por su noble intención, pero voy a hacer todo lo contrario. ¡No voy a votar por Prat! Quiero que pierda. Que sea derrotado. Así podremos destacar más el crimen contra él cometido. Que Prat sea derrotado, para que una inmensa mayoría llevemos el luto en el corazón por quien un día dijo: “Y si yo muero, mis oficiales sabrán cumplir con su deber”.
Germán Becker Ureta
Señor Director:
Tribunal Constitucional
¡Bravo! ¡Bravísimo! El fallo o sentencia del Tribunal Constitucional sobre la solicitud de inhabilitación para seguir ejerciendo su cargo que afecta al díscolo y nanotecnólogo senador Alejandro Navarro (PS) por haber infringido las disposiciones de los incisos cuarto y quinto del artículo 60 de nuestra Constitución, al participar con bullado protagonismo en la movilización o protesta ilegal que la CUT realizó en la Capital el 29 de agosto de 2007 —en la que también estuvieron los diputados PS Marco Enríquez-Ominami y Sergio Aguiló— en contra del histórico “Gobierno Ciudadano” de nuestra intuitiva socialista Presidenta Michelle Bachelet … ¡está en acuerdo!, es decir, pronto a emitirse, y sentará precedente.
No dejan de llamar la atención las recientes palabras del presidente del TC, ministro Juan Francisco Colombo: “Es un tema que necesitamos resolver a la brevedad, porque es una cuestión de interés nacional”, circunstancia que he tenido muy presente en mis Cartas al Director sobre este especial e histórico caso, acogido a tramitación por el TC el 9 de octubre de 2007: “Expectación”, publicada en “La Segunda Online” el 10.10.07; “¡A las calles otras vez!”, en “La Segunda Online” el 14.11.07, y en “El Diario Austral” de Valdivia el 17.11.07; “Sentencia … ¿cuándo?”, en “La Segunda Online” el 16.01.08; “Mera coincidencia”, en “La Segunda Online” el 24.01.08; “Yo no discrimino”, en “La Segunda Online” el 19.03.08, y en “El Diario Austral” de Temuco el 25.03.08; “Sonoras embarradas”, en “La Segunda Online” el 08.04.08, y “Fallo pendiente”, en “La Segunda Online” el 26.05.08, y en “El Diario Austral” de Valdivia el 27.05.08, dando así algunos empujoncitos, que nunca están de más, para que las instituciones funcionen.
Si el cuestionado accionar del ciudadano senador Navarro tuviese amparo o respaldo en nuestra legislación vigente, no se habría presentado un proyecto de ley derogando los incisos cuarto y quinto del artículo 60 de nuestra Carta Fundamental, como lo hizo el 5 de septiembre de 2007 un grupo de parlamentarios oficialistas encabezado por el diputado Antonio Leal (PPD), aduciendo risibles razones de fondo (?). Tampoco habría hecho el senador Navarro tanta parafernalia —incluyendo la presencia de la socialista ex candidata presidencial francesa Ségolène Royal— cuando presentó sus descargos ante el TC en octubre de 2007. Tampoco habría concurrido al TC el pasado jueves 10 de julio portando un oficio o carta —“¿de irreprochable conducta?”— emitido ni más ni menos que por la señora doña Michelle, el que —según trascendidos de prensa— en parte reza: “He tenido varias entrevistas con el H. senador Navarro y no tengo conocimiento que él haya ejercido injerencia en negociaciones o conflictos laborales o que haya incidido de palabra o por escrito a alterar el orden público” (?) ¡Histórico!
Jorge Saavedra Moena