martes, 19 de enero de 2010

Tres cartas de olena actualidad.....


Señor Director:

Entiendo que los partidarios del candidato ganador hayan recibido su triunfo con gran euforia. Sin embargo, creo bueno decir que, más que un triunfo de la coalición de centroderecha, vimos una derrota dura de la candidatura de Eduardo Frei.

Buscando las causas, no creemos que fue por no cambiar a los viejos por jóvenes. Ni culpar a Marco Enríquez-Ominami o a los presidentes de los partidos. La derrota vino del rumbo que tomó la candidatura perdedora.

Los que fuimos concertacionistas durante años y esta vez tuvimos que votar por Piñera lo sabemos. Esta Concertación perdedora no fue la de Aylwin, ni la del Frei del 94, ni la de Lagos, ni fue la de Bachelet. Ellas fueron victoriosas, porque entendieron que el país no quería extremismos. Quería gobiernos de equilibrio que representaran a la gran mayoría nacional.

Sin embargo, ahora, el candidato Frei se deslumbró con una izquierda trasnochada: ofreció más Estado, cuando el país quería gente más libre y emprendedora; atacó a la empresa privada, sin respetar su importancia en el desarrollo del país; se alió con los comunistas, enajenándose a tantos democratacristianos que no pudimos compartir con aquellos que aún no renuncian a la violencia y siguen defendiendo dictaduras atroces, como la cubana.

Los que durante 20 años estuvimos con la Concertación y que por primera vez tuvimos que abandonarla no lo hicimos porque estuviéramos en desacuerdo con la gestión de gobierno. No lo hicimos porque nos guste la derecha o la centroderecha. Lo hicimos, resignadamente, porque la candidatura de Eduardo Frei se apartó del centro político y vendió sus ideales por algunos votos que o no conquistó o que le pertenecían de todas maneras. Esa candidatura perdió el rumbo y pretendió llevar al país a una política de enfrentamiento, de un izquierdismo anticuado que no representa en Chile más que un pequeño porcentaje de votos. Por ir por más, se quedó con menos, y perdió a su propia gente.

ROBERTO MUNITA HERRERA

Abogado

Señor Director:

Ni la muerte del Presidente Frei Montalva, ni el Museo de la Memoria, ni los ministros en terreno, ni los sucesivos jefes de campaña, ni la agresividad de la vocera, ni el silencio de Escalona, ni el risueño alcalde, ni los actores de teleseries, ni las leyes de última hora, ni las apuradas inauguraciones, ni el corazón socialista, ni los 80 puntos de la Presidenta, ni su inadecuada intervención, ni la de cientos de funcionarios públicos, nada pudo acallar la voz de la mayoría.

JOSÉ MIGUEL DEL SOLAR C.

Señor Director:

Veamos cuáles son las primeras medidas que podrían sugerirse al Presidente Piñera:

1.- Los antes posible, y en calidad de Presidente Electo, viajar a Haití para llevar un abrazo solidario al General Toro y saludar a nuestras tropas que se sacrifican allí. Ello, antes de los anunciados y tradicionales encuentros con los presidentes de Argentina, Perú y Bolivia.

2.- Una vez asumido su cargo:

- Inmediata destitución y reemplazo del director del diario La Nación, órgano de difusión del gobierno, que ha sido una vergüenza como ejemplo de sectarismo y mentira.

- Solicitar de la Contraloría General de la República una auditoría completa a todos los servicios y empresas públicas, dotando al organismo de más personal, si es necesario (aunque sea en comisión de servicio), para cumplir total y rápidamente con ese cometido.

- Ejercer las acciones legales en contra de quienes aparezcan responsables de cualquier acto de corrupción que esas auditorías detecten.

3.- Instruir a su Ministro de Justicia y a sus SEREMIS de Justicia sobre la obligación de dar cumplimiento y otorgar los beneficios penitenciarios que corresponden a los ex-miembros de las FF. AA. que cumplen prisión y que tienen derecho a esos beneficios (salidas de día Domingo, salidas de fines de semana, reclusión nocturna, etc.) que hoy les son arbitrariamente negados.

4.- Tal como en su momento (pero en sentido contrario, revanchista y vengativo) lo hizo el ex-Presidente Aylwin, dirigirse al Poder Judicial, por intermedio de la Corte Suprema, manifestando el criterio presidencial de que "las leyes deben cumplirse" sean cuáles sean (Amnistía, Cosa Juzgada, Prescripción, Presunción de Inocencia, acumulación de las penas, etc.) y se apliquen a quienes sea, ex-uniformados tanto como a ex-extremistas. Ello, porque la verdadera reconciliación y fin de la transición lo exige así, y fue prometido en la campaña.

5.- Enviar un proyecto de ley para eliminar, modificando la Ley de Presupuesto y todo Decreto, el otorgamiento de fondos fiscales a cualquier ONG (organización no gubernamental), sea de izquierda o de derecha, porque no es posible que esos misteriosos organismos se nutran del dinero de todos los chilenos.

6.- Crear una comisión (aunque suene feo) destinada a diseñar una solución para el Transantiago, no sólo en lo referido en su falencia financiera, sino más bien bajo la óptica de la comodidad de los ciudadanos, en cuanto a recorridos, horarios, calidad de las máquinas y tarifas. En esa comisión no podrían faltar los Alcaldes metropolitanos, los antiguos operadores "amarillos", ni el propio Cortázar.

ESO, POR AHORA...

¡VIVA CHILE!

Ramón Salustio Sánchez Carmona

Talca