Señor Director:
Tal como han expresado otros lectores, concuerdo con que ojalá sea una pronta tarea reemplazar el modernísimo y frío logo de cubos, e instalar lo que corresponde, el escudo nacional. Si las tradiciones no se respetan y protegen, nunca habrá historia.
En lo que sí no concuerdo con el profesor Letelier es en cuanto a volver al ritmo marcial que durante años se impuso a la entonación del himno nacional. Tal como su título lo indica, la nuestra es una canción, no una marcha. “La Marsellesa”, por ejemplo, es una marcha. Y se marcha con ella. Pero el hecho de que durante mucho tiempo se haya modificado su ejecución, aplicándole el ritmo binario de las marchas a nuestra Canción Nacional, y que incluso se haya desfilado con ella, no implica que sea lo correcto.
Alberto Pacheco K.
Nos unimos al clamor ciudadano por devolver a nuestro Escudo Nacional al sital de honor que le corresponde.